Con un “hasta nunca” el presidente del Movimiento Renovador Democrático, Marco Antonio Moncayo Parra, despidió al Horario de Verano en ésta que fue su última edición, y dijo confiar en que no se volverá a imponer una medida cuyo beneficio nunca quedó demostrado.
Cabe recordar que el Horario de Verano se aplicó por primera vez en 1996, en el sexenio federal de Ernesto Zedillo Ponce de León, con el argumento de que al adelantar una hora los relojes se aprovecharía la luz diurna una hora más cada día durante la mitad del año en que estaría en vigor.
De esa forma, al anochecer una hora “más tarde”, el consumo de electricidad en casi todo el país se reduciría considerablemente y entre otros beneficios, tendría un efecto positivo en materia ecológica.
El común de la ciudadanía no entendía esos argumentos orientados al sector macroeconómico, y lo único que veía era que el monto de sus recibos bimestrales de electricidad nunca se redujo, pues nunca les quedó claro que no estaba destinado a beneficiar al consumo doméstico, es decir, el casero.
El activista, quien se ha distinguido por su lucha contra cobros de la Comisión Federal de Electricidad, resaltó que al menos se dejará de tomarle el pelo a los usuarios con la versión del supuesto ahorro que nunca se reflejó en sus recibos.
Destacó que con el horario de verano, a las 8:00 de la noche se veía de día, pero sólo durante el verano, pero lo malo es que se extendía al otoño que inicia desde septiembre, cuando los días días ya no son tan largos como en junio y julio.
Además, durante ese horario impuesto, quienes salían de casa al trabajo o a la escuela a las 6:00 de la mañana se encontraban con que todavía estaba oscuro y la luz que supuestamente ahorraban de noche la consumían por las mañanas.
“¿Entonces cuál era el supuesto ahorro? ¡Ninguno, nos querían dar atole con el dedo!”, indicó Moncayo Parra.
Demandó a los gobiernos del presente y del futuro que no haya más medidas para satisfacer intereses del extranjero y que ahora se privilegie el interés de los mexicanos.
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