Ni con botones de alerta se salvan del hampa expendios de pan en Veracruz

Con todo y los botones de alerta, los expendios de pan en la ciudad de Veracruz aún son víctimas de la delincuencia, aunque el botín ya no es muy jugoso como en otros tiempos, lamentó Bichir Nahún Lajud, consejero de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora.

Aclaró que no minimiza la utilidad de esos dispositivos para prevenir o evitar los recurrentes asaltos a esos comercios, pero dijo que el empleado que está detrás de un mostrador no siempre puede accionarlo con oportunidad, debido entre otros puntos, al factor sorpresa.

“Cuando te van a asaltar ni siquiera te acuerdas del botón de pánico, cuanto te ponen una pistola; lo aprietas y llegan ya después del evento; y si lo aprietas antes de que lleguen, no estamos capacitados para identificar a los delincuentes por vista”, señaló Nahúm Lajud.

Dijo que él dispone de una alerta en uno de sus establecimientos comerciales y que hasta ahora no se han registrado asaltos.

Dejó en claro que no está en contra de la tecnología y mucho de prevenir los robos; por el contrario, apoya las medidas para abatir riesgos e incidencia delictiva, sobre todo aquélla que se registra con violencia.

Simplemente expresó que no basta con instalar alertas y se requieren más acciones para garantizar la seguridad de la ciudadanía, pues el sector comercio es de las principales víctimas de quienes viven fuera de la ley.

“Yo considero que sí es bueno, pero para alertar, apretarlo antes de que te asalten. Pero normalmente te caen de sorpresa, te ponen la pistola y te quitan el efectivo que tengas en caja, en el caso de panificadoras”, indicó el empresario.

Mencionó que a lo largo del año 2019 se registró un promedio mensual de entre 6 a 8 asaltos en panificadoras, pero los montos ya no fueron cuantiosos y oscilaron entre 400 pesos a mil, porque se tiene la precaución de no dejar que se acumule el dinero de todo el día.

Las zonas de mayor incidencia suelen ser las colonias populares y unidades habitacionales ubicadas en la periferia, porque algunos establecimientos cierran un poco tarde, casi a las 10:00 de la noche.

Aun así, esos negocios no cierran puertas y mucho menos en esta temporada invernal, que es cuando tienen un buen respiro porque se incrementan significativamente las ventas, panorama opuesto al verano, cuando se desploma el consumo porque con el calor se antoja menos comer pan.

Se pronunció por no perderse la comunicación entre los comerciantes de todos los rubros y las autoridades, además de fortalecer las medidas de seguridad.