A 2 meses de que en la Ciudad Judicial de Cardel empezaron a funcionar dos juzgados familiares trasladados desde Veracruz, la nueva presidenta del Poder Judicial del Estado, Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, tiene la oportunidad de ponerse del lado de los justiciables y regresarlos a Veracruz.
Esto lo aseveró Vicente Octavio Pozos Marín, presidente del Colegio del Foro de Licenciados, Especialistas, Maestros y Doctores en Derecho de Veracruz.
Desde el lunes 10 de octubre empezaron a funcionar en Cardel el Juzgado Sexto de Primera Instancia y el Decimosegundo en materia mercantil, que se mudaron desde la ciudad de Veracruz a ese edificio.
Desde que se anunció el proyecto de reubicación de los juzgados se hizo pública la inconformidad de abogados y ciudadanos porque el traslado implica un gasto no contemplado en transporte foráneo y dedicar más tiempo en viajar.
Además las instalaciones no se encuentran en las mejores condiciones para operar y atender a las personas.
“Es una herencia que dejó la anterior presidenta del Tribunal y tiene que atender la nueva presidenta del Consejo de la Judicatura y presidenta del Poder Judicial del Estado, porque la Ciudad Judicial de Cardel se encuentra en condiciones deplorables: no cuentan con clima, internet, luz ni agua.
“El justiciable tiene que trasladarse hasta Cardel, nosotros los abogados también y por consiguiente los empleados, que todos viven en la ciudad de Veracruz o en Boca del Río, y desplazarse todos los días es una afectación económica muy fuerte”, señaló Pozos Marín.
Llamó a la presidenta del Poder Judicial a corregir esa situación.