Dedicarse a la albañilería es un trabajo que no cualquiera puede hacer, pues además de las labores pesadas, se está expuesto al sol, lluvia y a maniobras en plantas altas donde el menor de los descuidos puede costar la vida, señaló don Joaquín Gómez González, quien desempeña este oficio desde hace 15 años.
Con una carrera técnica en Aire Acondicionado y Refrigeración, Joaquín, de 56 años, reconoce que a este oficio llegó por necesidad y por gusto.
“Me gustó el oficio, me gusta mucho ver algo terminado, algo que se hace a mano y que después, ya cuando está terminado se reconozca.
“Cuando no había trabajo de lo que yo sé hacer empecé en la construcción y me gustó y lo he seguido haciendo, aparte de que es un extra, me dio para salir adelante. Estudié en el Cetmar, me recibí, pero hubo un momento en el que, por necesidad, no había trabajo y empecé”.
Este 3 de mayo, Día de la Cruz y fecha que en México se festeja a los albañiles, pasó desapercibido en algunas construcciones, a pesar de que en años anteriores se sentía como una de las tradiciones más arraigadas.
En México al cuarto trimestre de 2022, las personas que trabajaron de albañiles, mamposteros y afines fueron 1.63 millones, siendo 2.41% inferior al tercer trimestre de 2022, cuando había 1.67 millones de personas, de acuerdo con información de Data México.
Veracruz es el tercer lugar a nivel nacional con el mayor número de albañiles, mamposteros y afines, de acuerdo con los datos del organismo dependiente de la Secretaría de Economía federal.
Las entidades federativas con mayor número de albañiles, mamposteros y afines durante el cuarto trimestre de 2022 fueron: Estado de México (231 mil), Jalisco (120 mil) y Veracruz de Ignacio de la Llave (94.2 mil).
Aunque en la construcción que trabaja Joaquín el festejó era algo incierto, pues dependía de si llegaba su jefe, envió una felicitación a todos los colegas y subrayó que el país se mueve gracias a los obreros.
Oficio para valientes y empíricos
Entrevistado al interior de una casa de Infonavit, la cual se encuentra remodelando y junto con otros compañeros ya realizan los acabados, afirma que la albañilería la aprendió observando cómo trabajaban los demás en las construcciones y con la práctica, empezó con trabajos pequeños hasta hacer ya desde un cimiento hasta una casa, oficinas o salones de clases.
“Empíricamente porque igual lo bueno que por los estudios que tuve pude aprender a leer planos y me ayudó mucho, pero más bien es el campo lo que te enseña, es hacerlo”, comparte.
A lo largo de estos años como albañil, comenta que ha realizado por lo menos 100 obras chicas y grandes, que van desde la cimentación de casas, oficinas, salones, hasta con remodelaciones.
"Es difícil porque el trabajo es muy pesado, no cualquiera puede ser albañil porque desgraciadamente a veces toca el sol, norte, lluvia, maniobras donde hay que arriesgarse en plantas altas y nosotros normalmente no ocupamos andamios de fierro, los hacemos con madera, entonces es un riesgo, es difícil", reconoció.
Joaquín siempre ha trabajado en la construcción por su cuenta, no pertenece a ninguna organización, lo que asegura no le ha dificultado conseguir chamba porque en este oficio el cumplir con el trabajo y la recomendación de los clientes, es lo que hace que llegue más trabajo.
De acuerdo con Data México, la informalidad laboral de albañiles, mamposteros y afines alcanzó un 90.2% al último trimestre del 2022, lo que implicó una disminución de 1.13 puntos porcentuales respecto al tercer trimestre de ese mismo año, cuando se registró 91.4%.
La informalidad laboral de esta ocupación fue superior a la informalidad a nivel país en 35.1 puntos porcentuales durante el cuarto trimestre de 2022.
A pesar de las carencias de seguridad social en el oficio, con los trabajos de albañilería y lo eléctrico, además de fontanería y refrigeración, Joaquín logró darles estudios a sus tres hijos, una de ellas hizo carrera universitaria y los otros dos, carreras técnicas en Aire Acondicionado y trabajos de electricidad.
"Este trabajo, aunque es pesado es bien pagado, porque no cualquiera es albañil, es algo difícil", expresó.
Dijo que cuenta con seguridad social; sin embargo, no tiene prestaciones de Ley ni Infonavit, menciona que hace años compró el terreno donde vive y él mismo se encargó de construir su casa.
Para Joaquín no contar con prestaciones de ley no ha sido problema, pues reitera "de este trabajo sale para vivir bien", ya que por trabajo incluso ha acudido a otras ciudades del estado a obras donde ha sido recomendado.
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