Habitantes del fraccionamiento Reforma, al sur de la ciudad de Veracruz, demandaron que la autoridad municipal ponga fin al escándalo diario en esa zona, que no se limita a José Martí y a Washington, sino a varias calles transversales y cada día es peor.
Elva Eugenia Hernández Campos, que lleva años en ese fraccionamiento, aclaró que los vecinos no tienen quejas contra los restaurantes y cafés que ya llevan años en Martí y en Washington, sino contra los antros que se han instalado en los últimos años, porque operan desde que atardece y toda la noche.
"Se suponía que iban a ser cafeterías, que iba a ser un fraccionamiento tranquilo; ahora la situación es que el ruido es tan terrible y ahora ya empieza desde las 5:00 de la tarde y hay calles, por ejemplo, Bernal Díaz del Castillo entre Washington y Martí, que hay un bar que le llaman 'El Marchante', que lo han cerrado, han hecho lo que han podido las pobres personas que viven ahí, y lo vuelven a abrir.
“Y ahora hay en cantidad de motos y cola para entrar a ese bar; no sabemos lo que ahí haya, lo importante es que hay un ruido terrible, tenemos mucha gente mayor en este fraccionamiento, y ya no hay respeto", señaló Hernández Campos.
Aclaró que no está en contra de la actividad comercial ni de la diversión, pero recordó que el Reforma es un fraccionamiento residencial, no con otra vocación, y sus habitantes quieren tranquilidad, no la música a todo volumen ni hasta la madrugada.
Alertó que en la calle George Washington están abriendo más antros.
Dijo que en varios casos los vecinos le han pedido a los dueños o los administradores que no pongan la música a volumen muy elevado y menos los domingos por la mañana, cuando los habitantes están descansando.
"Incluso ponen hasta travestis en la calle a hacer shows; de qué se trata. Aparte de todo eso, buscan en dónde estacionarse y si los carros están subidos en la banqueta, se obran, se hacen pipí. Dios mío, qué es esto", resaltó Elva Eugenia Hernández.
Por su parte, Monserrat Reynaud aclaró que el escándalo más insoportable es de unos dos años a la fecha.
"No queremos cerrar negocios; lo que queremos es que respeten nuestra calidad de vida, que ha sido mermada, y sobre todo que el fraccionamiento Reforma es un fraccionamiento de mucha gente mayor, mi papá ha sufrido infarto cerebral en tres ocasiones", señaló Reynaud.
Las quejosas demandaron que se module el ruido.
"Y si tenemos que acudir a la Comisión Nacional de Derechos Humanos para que nos volteen a ver y se den cuenta de que están mermando la salud de la gente mayor, lo vamos a hacer", advirtió Monserrat Reynaud.
Ya han hablado con los propietarios y dicen tener permiso para operar en las banquetas.
Martí, Washington y calles transversales están repletas de antros, incluso cerca de un hospital en Martí.
Fotos: Heladio Castro.
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