El domicilio marcado con el número 322, ubicado en la avenida porteña Ignacio Zaragoza, resguarda un sinfín de peculiaridades que nos remontan a lo más representativo de Veracruz. Historias y emociones que sólo podrían quedar plasmadas por una de las más ingeniosas y brillantes “plumas” de su época.
Dentro de dicho inmueble, imaginó, escribió y vivió el poeta veracruzano Salvador Antonio Edmundo Espiridión y Francisco de Paula Díaz Ibáñez, mejor conocido como Salvador Díaz Mirón, quien habitó de forma fija el edificio a partir de 1920, hasta el día de su muerte, 12 de junio de 1928.
“El edificio consta de dos niveles, luce una estructura típica del siglo XVIII al igual que su construcción, ya que fue edificado con piedra múcara (coral).
“La casa fue comprada en 1893 por el ilustre caballero don Manuel Díaz Mirón, por un valor de 18 pesos plata, dejándola de herencia, tras su muerte, a su hijo Salvador Díaz Mirón”, compartió Ricardo Cañas Montalvo, encargado del Museo de la Ciudad “Coronel Manuel Gutiérrez Zamora”.
En el nivel inferior del edificio, se encuentra un amplio espacio que es destinado para exposiciones temporales de artes plásticas, conferencias, cursos y talleres, siendo este el auditorio “Juan Moreno Hernández”.
Asimismo, se muestran, permanentemente, datos e imágenes del poeta en las paredes.
Por otra parte, en la planta alta se encuentran seis habitaciones. Dos de ellas con balcón y con vista a la avenida Ignacio Zaragoza, siendo la principal el dormitorio del poeta, donde se aprecia su cama, un par de roperos, un buró y demás muebles y accesorios caseros de la época, así como una pequeña sala con tres sillones de madera con el típico respaldo tejido.
La habitación contigua está destinada a diversas actividades, funcionando como Sala de Usos Múltiples y biblioteca. Junto a esta sala, se encuentra una habitación que fungió como despacho del poeta, donde se encuentran su escritorio, una máquina de escribir, y demás artículos personales.
“La gente puede encontrar una gran cantidad de artículos que formaron parte de la cotidianidad de Salvador Díaz Mirón. Por ejemplo, floreros, candelabros de acero, vajillas, una reproducción de la obra “Lascas”, al igual que del segundo discurso dado por el poeta con el voto en contra de la reestructuración de la deuda con los ingleses, documentación histórica de la revista el Parlamento y sus poesías que, cabe mencionar, son copias fieles de sus originales.
“De igual forma, hay tres libros donados de obras del periodista, el informe pericial del homicidio del Sr. Federico Wolter y el estuche de los anteojos del poeta, así como su máquina de escribir de la marca LC Smith & Corona Typewriters Inc., de las primeras con el sistema ‘Qwerty’”, agregó Cañas Montalvo.
Actualmente, turistas extranjeros, nacionales e incluso grupos de alumnos de la conurbación, llegan al recinto fascinados por conocer más acerca del personaje que también da nombre a una de las avenidas más concurridas de Veracruz.
Los visitantes serán acompañados por los guías capacitados, respondiendo a cualquier pregunta que también surja en el recorrido.
Quienes estén interesados en visitar el inmueble, podrán hacerlo de martes a domingo, en horario de 10 a 17 horas. Igualmente, se agradece la atención del personal y la encargada de la Casa Museo “Salvador Díaz Mirón”, la Lic. Elizabeth Guerrero Jiménez, por las facilidades y hospitalidad.
Fotos: Víctor Andrade.
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