En 2021 el país dejó de recaudar 64 mil millones de pesos por el contrabando de combustibles.
Entre marzo y abril cuando entró en vigor el estímulo bajó aún más el mercado ilegal.
Raquel Buenrostro Sánchez, jefa del Servicio de Administración Tributaria, dijo que si no se hubiera aplicado el control volumétrico la cifra hubiera alcanzado 500 mil millones de pesos.
Además se recuperó contrabando poniendo orden en hidrocarburos y otras mercancías ya que se estima que el 30 por ciento de lo que se consume en México proviene del mercado ilegal.
Ahora las aduanas son un órgano desconcentrado y existen controles para tener un mercado más competitivos, pero se trabaja en identificar las discrepancias entre oferta y demanda, así como la venta de litros incompletos.
Al participar en el Congreso de Energía, explicó que los energéticos están demandados conforme al nivel de la economía y en 2021 la demanda fue de 232.6 millones de barriles.
El combustible llega de la producción de Pemex o de la importación y la paraestatal abasteció en ese año el 61.1 por ciento.
Combatiendo el mercado ilegal de hidrocarburo se redujo el huachicol porque genera competencia desleal, retira del mercado a las empresas legales y genera delincuencia e inseguridad.
El sector energético marca el desarrollo de un país y dos años de pandemia rompió las cadenas de suministro generando desabasto y caída de la actividad económica.
Después empezó la guerra Rusia- Ucrania y ocasionó la crisis del sector energético que ha hecho que las variables macroeconómicas fluctúen.
En 2000 se metió una ley para los controles volumétricos pero no aplicó, fue letra muerta.
Pero después se enfrentó el problema.
En 2022 el contrabando redujo por el estímulo otorgado a las gasolinas y las importaciones crecieron.
Antes la autoridad fiscal sólo revisaba facturas de lo que ingresaba y salía y ahora existe una variable más, los medidores.
El control volumétrico es una herramienta para controlar el contrabando y México está logrando avances con su implementación.
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