Las festividades de Todos Santos contribuyen a reactivar la economía del sector comercial formal e informal, porque aumentan las ventas de diversos productos para altares de muertos, aunado a la proximidad del Buen Fin, situación visible particularmente en la zona de mercados de Veracruz.
Uno de los productos más demandados en estas fechas son las flores, seguidas por los productos para adornar los altares y después comerlos.
En la esquina de Hidalgo y Cortés, afuera del Mercado Hidalgo, los vendedores de flores para la ocasión aprovechan la buena racha e intentan salir un poco de lo mal que les ha ido en más de un año y medio de pandemia del coronavirus.
Johny René Miguel Feliciano, lleva al menos siete años en el negocio de las flores y dice no recordar una racha tan mala como la que se ha vivido desde que apareció el Covid-19, pues al cerrarse los panteones en las festividades de noviembre del año 2020 vino un desplome en las ventas. Ellos tienen que pagar los vegetales a sus proveedores y si reponen su inversión o no, ya es su problema.
Dijo que para ellos es una bendición que en esta ocasión sí se abran los cementerios porque con eso repuntan sus ventas y se reactiva la economía de muchos sectores más.
“Gracias a Dios mejorando, antier, ayer y hoy, esperamos que esté mejorando la venta, que ha subido en un 50 por ciento gracias a Dios, está bajo, pero va mejorando mucho de ayer a hoy, gracias a Dios sí. Esta flor viene de Orizaba. Un ramo cuesta 15 pesos, y si es ramo mezclado de cempasúchil y moco de pavo le cuesta 20 pesos, lo mismo que el año pasado”.
-¿La gente sí lo compra, sigue con la tradición de poner altares de muertos?
“Sí, a pesar de la situación de ahorita, y gracias a Dios va bien”, señala el vendedor.
En otros puestos colocados dentro y fuera de los mercados se puede apreciar otros productos, como máscaras de la muerte y de monstruos, sombreros de catrina, disfraces de esqueleto, algunas calabazas dispersas, dulces tradicionales, calaveritas de azúcar.
Los vendedores coinciden en que al menos en esta ocasión sí pueden vender y las personas ya se acercan a comprar a sabiendas de que ahora sí podrán acudir a los panteones para llevarles flores a sus difuntos y para colocar en casa sus altares de muertos.
Las banquetas de tramos como la calle Hernán Cortés desde Madero hasta Guerrero están repletas de vendedores, pues a los semifijos de siempre se suman los que quieren reponer su economía con la venta de productos alusivos a Todos Santos.
Todos confían en que ahora sí tendrán una recuperación, aunque sea pequeña.