Ciudadanos se dieron cita en el centro de Veracruz para comprar en los puestos de mercados o calles aledañas para realizar las compras de última hora, esto para conseguir aún suministros para la cena de fin de año y otros para comprar ropa.
Las calles principales del primer cuadro lucen abarrotadas, entre caminantes hay algunos que llevan desde pollo, pierna, chiles, hasta los que llevan sus bolsas de diversas tiendas que venden ropa y otros más que deciden comprarse en los puestos rodantes.
Algunos dijeron alistarse desde ahora para no tener que salir al centro a comprar cosas este 1 de enero de 2023, por lo que decidieron hacerlo hoy para así pasar el recalentado a gusto con sus familiares.
Entre los transeúntes, también se ha notado la presencia de automovilistas, que también realizan un poco de tráfico en la zona de mercados, para poder surtirse y llevar todo a casa, previo a la cena de fin de año.
Por lo que se exhorta a los veracruzanos a que si acuden al centro de la ciudad de Veracruz, entre las calles de Juan Soto, Nicolás Bravo y Hernán Cortés tengan precaución al transitar, debido a que se prevé que por la tarde-noche continúe la llegada de más personas.
Y es que cientos de ciudadanos de la conurbación recorrieron los pasillos y calles de los mercados porteños Unidad Veracruzana y Miguel Hidalgo, aún en busca de los ingredientes, artículos, prendas y regalos que aún tenían pendientes en sus listas.
A lo largo de las avenidas Miguel Hidalgo y Hernán Cortés, resultaba complicado recorrer dicho tramo por la cantidad de gente reunida en los comercios que se encuentran situados en la orilla de las aceras, así como los establecimientos de comida que también abrieron sus puertas desde temprano.
Los locales de frutas y verduras se encontraban abarrotados por las personas que buscaban completar su despensa. Aglomeraciones valientes, aunque arriesgadas, ya que poco importó el hecho de estar concentrados a escasos metros del arroyo vehicular donde circulan vehículos particulares y camiones de transporte urbano.
De la misma manera, en el crucero comprendido por las avenidas Juan Soto y Nicolás Bravo, se desarrolló mayor afluencia que en las arterias mencionadas anteriormente, ya que en este punto se encuentran ubicados los comercios de ropa y calzado.
Sobre la carpeta asfáltica se observaban pantalones, habiendo decenas de ciudadanos alrededor de los comerciantes intentando encontrar la talla idónea para lucir sus nuevos jeans durante la cena de Año Nuevo, escuchándose al fondo alguien decir: "con una 'lavadita' quedan".
Las invitaciones de los comerciantes a pasar y comprar en sus negocios fueron características durante el recorrido por los mercados porteños. Ofertas y promociones por doquier, y sin importar cuántas personas estuviesen frente a los establecimientos, la vendimia seguía su curso.
Sin embargo, se podía percibir la ya inherente prisa de los ciudadanos, quienes procuraron realizar sus compras lo más pronto posible para abordar su respectivo camión antes que las rutas se "guarden" en sus bases.
Más allá de ser común, resulta típico observar este escenario, donde se piensa que los jarochos "dejan todo para el final". Sin embargo, no saben que el secreto consiste en salir para aprovechar los precios y promociones que se presentan en los mercados, dando muestra del ya conocido como "colmillo" de los jarochos.
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