Una nube de polvareda se levanta ante el paso de vehículos en calles y avenidas de la Ciudad Industrial Bruno Pagliai, pues el asfalto se desgastó tanto que ya no existe, en su lugar quedaron zanjas en la tierra, causadas por el constante paso de vehículos, la mayoría pesados.
Calles en mal estado, registros destapados, montañas de escombros y basura es la constante en las solitarias calles y avenidas de la Ciudad Industrial.
Es raro ver a transeúntes caminando por las pocas banquetas visibles, pues la mayoría están llenas de monte o basura. Solo en alguna esquina se puede observar un puesto de tacos, algunos trabajadores que aprovechan para salir a desayunar o comer lo que tengan al paso.
De acuerdo a los pocos trabajadores que caminan por la zona, las cuadras suelen estar solitarias y el peligro a ser asaltado siempre está latente.
“Hay zonas en donde no hay ni para dónde correr, pero es la ruta que hay que segur todos los días para ir a la chamba”, dijo Enrique, uno de los trabajadores que labora en una de las empresas de la Ciudad Industrial.
Aseguró que la inseguridad es tal, que hay empresas que tienen guardias de seguridad las 24 horas del día, pues en sus patios tienen pesadas cargas de materiales muy pesados, difíciles de mover, pero, aun así, para evitar la tentación, ponen veladores.
Incluso, los emprendedores, en ocasiones se arriesgan a instalar sus puestos de volovanes, bocadillos, antojitos, tortas, tacos, entre otros, en solitarias paradas de transporte, para ganar unos pesos y sacar para el gasto diario.
“Es el trabajo que me tocó, y ni modo, aquí tenemos que estar, hasta que se acabe la venta”, expresó uno de los vendedores de volovanes, quien desde las 6 de la mañana espera clientes con la aromática canasta “volos” rellenos de jamón con queso, jaiba, piña, y frijol con chorizo, entre otros.
fp