Adriana aprendió del rock balancing a sanar sus cicatrices físicas y mentales
Tiempo de Lectura: 4 min En Veracruz, hay historias como la que comparte Adriana Arzamendi, orizabeña que encontró en el rock balancing, una vía para sanar cicatrices que cargaba.
En cada uno de sus paisajes, la zona conurbada comprendida por Veracruz y Boca del Río ofrece vistas únicas. Cada mañana, se puede disfrutar del amanecer y el sonido de las olas en el bulevar Manuel Ávila Camacho, y sobre este último, hay un espacio dedicado a la "energía positiva".
Aunque no está constituido como tal, es denominado de esta manera por los ciudadanos a raíz de unas curiosas estructuras de piedra que se observan a contraluz desde temprano, encajando a través de la disciplina llamada "rock balancing" (equilibrio de rocas, por su traducción al español).
Foto: Patricia Morales | IMAGEN DEL GOLFO
Dicha técnica, busca encontrar el punto de balance entre piedras irregulares que guardan sus bordes suaves y redondeados, sin emplear el uso de soportes y/o adhesivos, simplemente siendo sostenidas por su propio punto de equilibrio.
En Veracruz, hay historias como la que comparte Adriana Arzamendi, orizabeña que encontró en el rock balancing, una vía para sanar cicatrices con las cuales cargaba, tanto física como mentalmente.
"He atravesado por muchas dificultades que, al día de hoy, asimilo y agradezco por estar aquí. Viva. Hace algunos años, me detectaron un tumor que pude operarme; después, llega la pandemia en marzo y nos obliga a permanecer encerrados. Prácticamente enseguida de esto, fallece mi madre. Sentía impotencia y frustración por no poder abrazar a mis hermanos en ese momento tan difícil.
Foto: Patricia Morales | IMAGEN DEL GOLFO
"Pero cuando decido salir y caminar cerca del mar, me encuentro con esto, el rock balancing. Aprendiendo a formar los apilamientos hasta dominarlo y hacerlo incluso en menos de tres minutos. Con esta disciplina, pude 'reconectar' conmigo. Sentir paz, felicidad y equilibrio en todo el sentido de la palabra", compartió Adriana Arzamendi.
Las personas que le observan formando dichos apilamientos al "filo" del mar, se interesan por la disciplina e intentan replicarlo. De hecho, cada ciudadano aporta a su manera, como quienes escriben/pintan mensajes positivos en las piedras que sirven como base de estas esculturas.
Mensajes de gradecimiento, dedicatorias e incluso estribillos musicales como "las piedras rodando se encuentran", son las inscripciones que dejan plasmadas en las rocas, atrayendo la atención de turistas y visitantes locales que suelen frecuentar el bulevar para ejercitarse.
Foto: Patricia Morales | IMAGEN DEL GOLFO
Compartiendo sus experiencias y creaciones por medio de redes sociales, llamadas por Adriana como sus "guardianes de los recuerdos", proyectos como Gravity Glue han reconocido su dedicación al rock balancing, técnica que es mundialmente conocida y que posee espacios dedicados para ello, como el European Land Art Festival que se desarrolla en Reino Unido.
"Personalmente, con el rock balancing me sentí justo como cuando aprendí a montar en mi bicicleta. Tuve la misma emoción y sensación de dominar mi equilibrio, es indescriptible. Me encantaría que las personas se dieran la oportunidad y se acercaran a este bello arte, y que sientan toda esa carga de energía positiva que transmite ejecutarlo", agregó Adriana.
Aquello que inició como una inquietud visual, sirvió de catarsis. Adriana Arzamendi, no sólo adoptó a Veracruz como su tierra, sino también al rock balancing como la herramienta con la cual ejercita su equilibrio físico y mental. Una terapia cuyo motivo y satisfacción seguirá siendo transmitir positividad para aquellos que se den la oportunidad de involucrarse en ello.
Foto: Patricia Morales | IMAGEN DEL GOLFO
Foto: Patricia Morales | IMAGEN DEL GOLFO
Foto: Patricia Morales | IMAGEN DEL GOLFO
Foto: Patricia Morales | IMAGEN DEL GOLFO
Foto: Patricia Morales | IMAGEN DEL GOLFO
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