En los últimos años, Veracruz registró un aumento en la criminalidad. Durante el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, la entidad se posicionó entre los siete estados de México con un alza significativa en la tasa de víctimas por delitos, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) 2024, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El incremento, que alcanzó 18.3 puntos porcentuales entre 2023 y 2024, tuvo repercusiones no solo en la percepción de seguridad de los ciudadanos, sino también en sus bolsillos.
La tasa de víctimas en Veracruz pasó de 17,129 por cada 100,000 habitantes en 2022 a 20,272 en 2023, un aumento que ´desnudó´ la gravedad de la situación.
A nivel nacional, solo otros seis estados experimentaron incrementos similares. Aunque el Estado de México, Aguascalientes y la Ciudad de México mostraron las cifras más altas, con más de 32,000 víctimas por cada 100,000 habitantes, Veracruz no se queda atrás.
Según la encuesta, al menos el 18% de los hogares veracruzanos tuvo una o más víctimas de algún delito.
Entre los crímenes más comunes se encuentran el fraude, con una tasa de 5,000 por cada 100,000 habitantes; la extorsión, con 4,200; y el robo o asalto en la calle o en el transporte público, con 2,800.
El impacto de la inseguridad no solo es evidente en el aumento de las víctimas, sino también en los comportamientos de la población.
El 80% de los veracruzanos consideró que la inseguridad ha empeorado en su entorno, lo que genera un ambiente de miedo y desconfianza.
La inseguridad no solo afecta la calidad de vida de los ciudadanos, sino también su economía. En 2023, las pérdidas económicas derivadas de delitos en los hogares veracruzanos alcanzaron los 10,000 millones de pesos, lo que equivale a un promedio de 4,500 pesos por persona afectada.
El costo incluye desde pérdidas materiales hasta gastos en medidas de seguridad como cámaras, cerraduras adicionales y contratación de seguros.