Sin pistas de prestamista secuestrada por comando armado en Córdoba

Sin pistas de la mujer prestamista que fue sacada de su domicilio por un comando armado y privada ilegalmente de su libertad durante la tarde del sábado 23 de septiembre del presente en la congregación San Rafael Calería, municipio de Córdoba.

Al momento se desconoce si los presuntos plagiarios ya entablaron comunicación con la familia de María de los Ángeles Rodríguez Hernández de 52 años de edad para exigir una fuerte suma de dinero en efectivo a cambio de su puesta en libertad con vida.

Es de mencionar que la Unidad Especializada en el Combate al Secuestro (UECS) ya intervino en el caso y en coordinación con la Fiscalía Regional Zona Centro-Córdoba realizan las investigaciones pertinentes para dar con su ubicación.

Las autoridades guardan total hermetismo en el caso, pero han confirmado que la privación ilegal de la libertad obedece a su actividad económica.

El secuestro

Cómo se recordará, durante la tarde del sábado 23 de septiembre, sujetos desconocidos portando armas largas de uso exclusivo de las fuerzas armadas ingresaron con lujo de violencia al domicilio de la ciudadana María de Los Ángeles,de 52 años de edad, de ocupación prestamista y con domicilio ubicado en las inmediaciones de la localidad San Rafael Calería, para someterla y llevarsela en contra de su voluntad a bordo de una camioneta, accionando sus armas de fuego pero por fortuna nadie resultó lesionado.

Tras confirmarse el secuestro, las autoridades activaron un código rojo y llegaron hasta el sitio oficiales de la Policía Municipal, Estatal y Fuerza Civil, además de la Marina Armada de México y de la Guardia Nacional división Seguridad Regional, quienes tomaron conocimiento e implementaron un inmediato operativo de búsqueda y localización, aunque desafortunadamente los resultados fueron negativos.

Fue necesaria la presencia de las autoridades de la Fiscalía con Peritos en Criminalística, quienes integraron una carpeta de investigación, recogieron, aseguraron y realizaron el embalamiento de varios casquillos percutidos de arma de fuego, los cuales quedaron a disposición de las autoridades como parte de la evidencia del plagio.