La posible implicación del Gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, en el caso Maya Zambada, ha llevado a la Fiscalía General de la República (FGR) a investigar por traición a la patria.
Todo comenzó con un testimonio que involucra a Joaquín Guzmán López, hijo del conocido narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, y la extraña desaparición y posterior aparición del exdiputado Héctor Melesio Cuén Ojeda, quien fue asesinado el mismo día que el Mayo Zambada fue presuntamente emboscado y secuestrado.
Ismael “El Mayo” Zambada, un nombre conocido en el mundo del narcotráfico, ha ofrecido su versión de los hechos, alegando que fue secuestrado por hombres armados que vestían uniformes militares, mientras asistía a una reunión en presencia del gobernador Rocha Moya y Cuén Ojeda.
Según Zambada, fue llevado desde las afueras de Culiacán hasta El Paso, Texas, en un vuelo privado. En contraste, Rocha Moya ha negado cualquier vínculo con Zambada y desestimó la versión del narcotraficante, afirmando que no estuvo presente en dicha reunión.
La FGR, bajo la dirección de Alejandro Gertz Manero, ha abierto una investigación formal con la carpeta número SON/HSO/0001/882/2024.
Entre los delitos que se investigan están el vuelo ilícito, uso indebido de instalaciones aéreas, secuestro, y, lo más preocupante, traición a la patria.
Este último delito, definido en el Código Penal Federal, podría aplicarse si se demuestra que Zambada fue ilegalmente privado de su libertad en territorio mexicano y entregado a autoridades extranjeras.
Zambada ha insistido en su declaración de inocencia ante un tribunal de Nueva York, negando los cargos de narcotráfico y blanqueo de dinero.
El arresto del Mayo Zambada ha levantado serias dudas sobre las posibles violaciones a la soberanía nacional, lo que ha llevado a la FGR a examinar si se cometió traición a la patria, un delito con profundas implicaciones legales y políticas en México.