Pese a las constantes quejas de vecinos, animalistas e incluso empleados de una gasolinera, sobre la presencia de vándalos en el panteón municipal de Acayucan, las regidurías que tienen a cargo el tema de seguridad y panteones, no han solicitado a las autoridades preventivas que intensifiquen la vigilancia.
El último caso que evidencia la falta de vigilancia en el panteón local es la agresión que sufrió una perrita mestiza de dos años de edad.
Y es que de acuerdo a algunos vecinos a diario, por la tarde se juntan decenas de vándalos, drogadictos y ladrones para hacer de las suyas en el camposanto.
Lo último que hizo la regiduría encargada de panteones fue colocar portones en los dos accesos pero de nada sirvió ya que los delincuentes se cruzan por la parte del Servicio Médico Forense (SEMEFO) que también está abandonado.
A decir de la presidenta de una asociación civil que se encarga del cuidado de los animales, Edith de Gómez Hernández, que la autoridad municipal y preventiva está como el refrán “después del niño ahogado quieren tapar el pozo”, en alusión que probablemente esperan a que un joven, o alguna familia que visite a algún ser querido sea atacada por los vándalos, para que ahora si implementen mayor seguridad.