La pandemia de violencia, ejecuciones y desapariciones desatada en Veracruz por el ex presidente Felipe Calderón en su ‘cruzada contra el narco’, ha sido más letal para la entidad que la de COVID-19, advirtieron el escritor y especialista en temas de seguridad y ambientales J. Jesús Lemus y familiares de los ausentes.
En entrevista por separado, Sonia Guerrero, familiar de un desaparecido, sostuvo que “comprobada está la cifra entre desaparecidos y muertos que supera al coronavirus en Veracruz. Aquí la verdadera pandemia es la violencia. Cuando todo esto empezaba, yo decía: ‘claro que le tengo miedo a esta enfermedad (COVID-19), pero le tengo mucho más miedo a salir a las calles, a enfrentarme a toda esta violencia que hay’. Y que fue desatada en el tiempo de Felipe Calderón”.
J. Jesús Lemus recordó: “A mí me mandó a la cárcel. Felipe Calderón hizo uso del del poder de manera fáctica al extremo. Fue un fascista. Ocupó el poder para sus propios intereses. Las 120 mil muertes que dejó su gobierno, los más de 22 mil desparecidos y los casi 42 mil encarcelados durante su gestión, hablan de que realmente no tiene autoridad moral”.
Sonia Guerrero advirtió que las consecuencias de la política de Calderón Hinojosa tienen a Veracruz aún hundido en una pandemia de criminalidad. De paso, deploró la doble moral del ex presidente, al afirmarse consternado por la espiral de muerte a consecuencia del coronavirus, pero en cambio olvidar la que él heredó al país con su gobierno.
“Calderón ha matado más gente, efectivamente, que el coronavirus. Este tipo no tiene calidad moral para exigir transparencia, honestidad, a la actual administración, que es una obligación, por supuesto, pero no tiene ninguna autoridad moral. Durante su gobierno se dedicó a confrontar al país y a bañarlo en la sangre de los mexicanos”, expuso J. Jesús Lemus.
Añadió que Calderón también fue uno de los que entregó el territorio mexicano a las empresas mineras, como ocurrió en Veracruz, sin importar que ese territorio pudiera pertenecer a comunidades milenarias, asentadas ahí. También fue un peligro para los reporteros críticos o que evidenciaran la corrupción del mandatario y sus cómplices.
“En la guerra contra el narco, sus daños colaterales nosotros lo estamos padeciendo, nosotros lo estamos sufriendo”, resumió Guerrero al referirse al supuesto combate en Veracruz en contra de Los Zetas, que en realidad sólo derivó en entregar las plazas al Cártel de Jalisco Nueva Generación, con la complicidad de Javier Duarte y su mano derecha en seguridad.