Adán Pérez Castillo, padre de Adán Javier, el menor baleado por vigilantes de la empresa SPGB Seguridad Privada Benignos S.A de C.V, exigió justicia tras la liberación de al menos tres de los cinco detenidos por los hechos.
A pesar de que el niño presentó muerte cerebral desde el incidente, no se ha procedido a desconectarlo, pues la parte contraria podría intentar deslindarse de su responsabilidad.
El padre del menor informó que personal médico llegó desde la Ciudad de México para recibir los órganos del niño, pero la donación fue imposible debido a las implicaciones legales mencionadas anteriormente.
“Él no se metía con nadie, estaba sano, no fumaba, no tomaba, era muy llevadero con la gente. Ahorita que está sonando mi celular es para preguntar por él, por su salud, hay mucho apoyo moral”, expresó el señor Pérez.
A pesar del deseo de la familia de desconectar al menor, las recomendaciones legales han impedido tomar esa medida, pues podrían ser acusados de la muerte del niño.
El incidente ocurrió en la zona de las vías del tren en Veracruz, donde los vigilantes de seguridad, presuntamente, dispararon al menor al verlo cerca de los vagones.
A pesar de la existencia de varios detenidos, la liberación de tres de ellos ha generado malestar en la familia del menor afectado.
El padre relató que hubo varias detonaciones, y los casquillos quedaron esparcidos en los árboles y láminas de la zona.
“A sus amistades les pidió la moto y le dijeron que sí. Cuando él llegó por la moto al patio de una casa fue cuando los disparos se dieron y le dio en la cabeza. Todavía tiene el plomo ahí adentro. Fue gente de seguridad que cuida esa área, pero no está preparada para eso. Si yo voy y les pido trabajo me lo dan sin saber si yo estoy preparado o no”.
Solo dos de los detenidos han comparecido hasta ahora, mientras que el resto fue puesto en libertad.