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La tarde de este martes, un altercado en el céntrico Pasaje Enríquez de Xalapa puso en evidencia el conflicto entre el uso de los espacios públicos y las regulaciones impuestas por administradores privados. Un músico ambulante que interpretaba piezas con su violín fue el centro de una disputa cuando el personal del pasaje intentó retirarlo.
Ciudadanos y clientes de un café cercano, al notar lo que ocurría, intervinieron en su defensa y solicitaron la presencia de la policía. Poco después, elementos de seguridad arribaron al sitio y mediaron en la situación.
Los oficiales dialogaron con el administrador del pasaje y le explicaron que, dado que el músico se encontraba en la vía pública, no había fundamento legal para obligarlo a retirarse.
Tras algunos minutos de tensión y luego de la explicación de los uniformados, el administrador accedió a dejar que el violinista continuara con su presentación.
Este tipo de incidentes aviva el debate sobre la presencia de músicos y artistas en espacios públicos.
Mientras algunos comerciantes y administradores ven su actividad como una posible molestia, muchos ciudadanos consideran que aportan cultura y vida a la ciudad.
La intervención de la policía en este caso evitó una posible confrontación mayor.