Sinaloa está en el ojo del huracán tras una serie de enfrentamientos armados en Culiacán y otras ciudades importantes. Esta violencia es atribuida a una disputa interna dentro del Cártel de Sinaloa, entre las facciones de Los Chapitos y Los Mayos, dos grupos que luchan por el control del narcotráfico tras la captura de Ismael "El Mayo" Zambada García.
En las últimas semanas, han aparecido en las calles volantes con mensajes que atacan a los hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán, conocidos despectivamente como el Cártel de los Sapitos.
Los mensajes en los llamados "narcovolantes" han circulado principalmente en las redes sociales y han sido lanzados desde avionetas en las ciudades de Culiacán y Mazatlán.
En el mundo del narcotráfico, el término "sapo" aplicado a Los Chapitos de Sinaloa tiene una connotación mortal. Se refiere a los soplones o traidores que colaboran con las autoridades, revelando información sobre las actividades delictivas de sus compañeros.
Esta denominación es ampliamente reconocida en el contexto del narcotráfico, especialmente en Colombia, donde el fenómeno del narcotráfico ha permeado la cultura y el lenguaje cotidiano. Ser catalogado como "sapo" implica una condena social y, en muchos casos, una sentencia de muerte.
Esta traición es considerada uno de los crímenes más graves en este entorno, ya que pone en riesgo no solo la vida de los involucrados, sino también la operación del grupo criminal.
Pablo Escobar, uno de los narcotraficantes más notorios de la historia, utilizaba esta terminología para referirse a sus delatores. En su caso, ser llamado "sapo" significaba que la persona estaba condenada a morir. Esta brutalidad refleja la severidad con la que se manejan las lealtades y traiciones en el mundo del narcotráfico.
El término ha trascendido las fronteras de Colombia y se ha popularizado en otros países latinoamericanos donde el narcotráfico tiene presencia. Series de televisión como "El Cártel de los Sapos" han contribuido a difundir esta jerga, mostrando cómo operan los cárteles y las consecuencias fatales que enfrentan aquellos que son considerados "sapos".
Además, el uso de este término ha generado un estigma social que afecta no solo a los involucrados en el narcotráfico, sino también a sus familias y comunidades. Ser etiquetado como "sapo" puede llevar a represalias violentas y al ostracismo social.
En el argot del crimen organizado, ser un "sapo" significa ser un traidor o delator, una figura despreciada que enfrenta consecuencias mortales por su traición.
Los volantes, aunque no llevan ninguna firma de un grupo criminal específico, utilizan este término para atacar a los hijos del exlíder del Cártel de Sinaloa, sugiriendo que han traicionado las raíces del narcotráfico que heredaron de su padre.
Las acusaciones incluyen extorsiones a empresarios, robo de vehículos y despojo de propiedades. Además, los volantes los vinculan con actividades de patrocinio político y desvío de recursos públicos, lo que ha generado indignación en la población local.
Los volantes señalan no solo a los hijos de "El Chapo", sino también a figuras políticas de alto perfil, como el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, y otros líderes locales, como el senador Enrique Inzunza Cázarez y el alcalde de Badiraguato, José Paz López Elenes. Estos políticos son acusados de proteger a los narcotraficantes y permitir que las células criminales extorsionen sin control en la región.
Otros nombres mencionados en los volantes contra el Cártel de los Sapitos incluyen a colaboradores cercanos de "Los Chapitos", como Víctor Manuel Barraza Pablos, alias "El 40", jefe de la plaza de Mazatlán, y su compadre José Raúl Núñez Ríos, "El Lic."
También aparece la ex reina del Carnaval de Mazatlán, Lidia Vanessa Gurrola Peraza, vinculada sentimentalmente a miembros del cártel, y el influencer Markitos Toys, famoso en las redes sociales por su estilo de vida ostentoso.
La presencia de estos narcovolantes ha encendido las alarmas en Sinaloa. Los mensajes, además de señalar a los presuntos responsables de la violencia, incluyen un llamado directo a la ciudadanía para que denuncie a los "sapitos", hijos del Chapo Guzmán.
Sorprendentemente, proporcionan números telefónicos de la Novena Zona Militar y de la Secretaría de Marina, así como una dirección de correo electrónico ChapitosTips@DEA.gov, incitando a la población a entregar información sobre los hijos de "El Chapo".
El tono de los volantes es agresivo, afirmando que la sociedad está "harta" de las extorsiones, los secuestros y la corrupción que asolan a Sinaloa.
En una parte del mensaje se lee: "Un narcogobernador, asesino y corrupto, ha entregado nuestro estado a los criminales". Esta frase va dirigida directamente al gobernador Rubén Rocha Moya, acusándolo de permitir la impunidad del Cártel de los Sapitosen la región.