En Xalapa, los centros de acopio de materiales reciclables se han convertido en el blanco de una creciente ola de violencia. Incendios provocados, amenazas y extorsiones parecen formar parte de una estrategia de la delincuencia organizada para someter a los propietarios mediante el cobro de piso.
La madrugada del 1 de enero, un incendio consumió un local ubicado en la colonia José Vasconcelos. Las cámaras de seguridad captaron el momento en que un hombre roció combustible en el lugar mientras otro vigilaba, asegurándose de que nadie interviniera.
De acuerdo a informes, la delincuencia organizada estaría utilizando estas tácticas para obligar a los propietarios de los centros de reciclaje a pagar cuotas por operar.
Estos establecimientos, que manejan materiales de alto valor en el mercado negro, se han convertido en un objetivo lucrativo para grupos criminales.
Los incendios no solo representan pérdidas materiales; también son un mensaje claro: quienes se resistan enfrentarán represalias.
"No es solo el fuego, es el miedo constante", declaró uno de los afectados bajo anonimato.
Inicialmente, los incendios fueron atribuidos al uso de pirotecnia durante las celebraciones de Año Nuevo.
Sin embargo, las grabaciones y las investigaciones han confirmado que se trata de actos deliberados.
En el video del ataque en la colonia José Vasconcelos, se observa con claridad cómo los responsables trabajan con precisión, lo que apunta a una operación planificada.
Estos ataques revelan una preocupante realidad: la expansión de la extorsión en sectores que antes parecían fuera del alcance del crimen organizado. Mientras tanto, los afectados enfrentan un dilema: pagar para sobrevivir o resistir, arriesgándose a sufrir más daños.
Las autoridades locales aseguran que están investigando los hechos, pero los habitantes de Xalapa temen que las respuestas sean insuficientes frente al creciente poder de los grupos criminales.