En un escalofriante episodio de abuso policial que ha sacudido nuevamente a la sociedad martinense, un citricultor residente de este municipio fue víctima de una brutal agresión perpetrada por agentes de la Policía Estatal.
Este incidente, que ha sumido a la comunidad en la consternación, puso de manifiesto una vez más la violencia y la impunidad con la que algunos miembros de las fuerzas de seguridad operan en el estado.
El ciudadano, identificado como Josué Jair N, fue interceptado por agentes vestidos de civil en un automóvil Versa de color gris, similar a los métodos utilizados por la policía secreta.
A partir de ese momento, su pesadilla comenzó.
La gravedad de los hechos ha sido detallada por su hija Andrea Anahí Corona en una entrevista a los medios de comunicación, quien promete presentar pruebas para respaldar su versión.
Este caso se suma a una serie de denuncias de abuso policial que han marcado a Veracruz en los últimos años, la impunidad y la falta de consecuencias para los responsables de estos actos han generado un clima de temor y desconfianza en las fuerzas de seguridad.
La sociedad veracruzana exige una investigación exhaustiva y transparente sobre este caso, así como una reevaluación profunda de los protocolos y la capacitación de los agentes de seguridad, es fundamental que se restablezca la confianza en las instituciones encargadas de proteger y servir a la comunidad.