Cerrada y con sellos de la Fiscalía General del Estado (FGE) permanece la vivienda en la que Francisco Maza Pineda, habría dado muerte a su propia madre la noche del 24 de diciembre en medio de la disputa por una herencia.
Dicho hogar se ubica en la esquina del callejón Fernández e Iturbide de la colonia Centro, espacio que luce con normalidad y con nutrida presencia de comerciantes en banquetas y locales.
Allí, los comentarios y mormullos por el matricidio son el tema constante, destacando un portón color blanco, de un metro de ancho por dos de largo, instalado a orillas de calle, y el que se distingue por los anuncios de clausura, tras el homicidio.
Ese es el acceso que conduce a la morada del segundo piso a la que el sábado 24 subió María Pilar, procedente de la colonia Gravera en donde radicaba actualmente.
Contó uno de sus familiares, que él llevó a la hoy occisa el día de la cita, que la vio entrar al inmueble del que se presume salió calcinada, en bolsas negras y cercenada.
Se trata del mismo lugar que la noche de lunes fue cateado por autoridades, lo que derivó en la detención de Francisco, mismo que permanecía en la estación del ADO en busca de escapar.
Al ser descubierto, confesó el atroz crimen que hoy lo mantiene en los separos y a disposición de la Fiscalía de la ciudad.