En el corazón de Veracruz, el Parque Nacional Cañón del Río Blanco destaca como un bastión natural de inigualable biodiversidad.
Este vasto territorio, que se convirtió en área protegida en marzo de 1938, abarca más de 48,000 hectáreas y se extiende entre 14 municipios de Veracruz y cinco de Puebla.
Su importancia no solo radica en ser un refugio vital para la fauna y flora local, sino también en su papel en la captación de agua y captura de carbono, elementos esenciales para mitigar el impacto del cambio climático.
El parque alberga tres cuerpos de agua clave: la presa de Tuxpango, la laguna Los Sifones y la laguna Puerto del Aire.
Estos ecosistemas son fundamentales para la supervivencia de muchas especies, ofreciendo alimento, descanso y refugio tanto a residentes locales como a aves migratorias.
Además, su riqueza natural invita a los visitantes a disfrutar de actividades como el senderismo, acampada, observación de aves y fotografía de paisajes.
El río Blanco, que atraviesa este paraíso, esculpe su camino entre más de 20 cascadas, entre las que destacan la cascada de Tuxpango y la cascada El Elefante, con una imponente caída de 20 metros.
Estos escenarios no solo enriquecen la belleza del lugar, sino que también sirven como hábitat para diversas especies de flora y fauna.
El parque es hogar de aproximadamente 162 especies de aves, tanto residentes como migratorias.
Las aves acuáticas encuentran en los cuerpos de agua un oasis durante sus largos recorridos migratorios.
Además, en el parque habitan especies como el ocelote, el halcón y árboles icónicos como el ahuehuete, el fresno y el pino colorado.
En las zonas altas predominan los bosques de coníferas y encinos, mientras que las partes bajas albergan selvas tropicales, creando un gradiente perfecto para la observación de vida silvestre.
Orizaba, conocida como la puerta de entrada al parque, se encuentra a solo 10 minutos del centro de la ciudad.
Desde Veracruz, el viaje dura aproximadamente 1 hora y 40 minutos por la autopista Boca del Río-Córdoba-Orizaba. Desde Puebla, la distancia es de 161 kilómetros, con un tiempo estimado de 2 horas.