Este viernes 12 de enero subió a la lancha ‘Don Joaquín’ con destino a la plataforma Akal Romero, Víctor Manuel Kidnie De la Cruz, quien dicho por sus compañeros que iban en ese trasporte fluvial, no sabía ni cómo agarrarse en la barca cuando estaba adentrándose en el mar con destino a su centro de trabajo Pemex exploración y Producción, su puesto es de supervisor especialista con un sueldo mensual de 69 mil 723 pesos con 30 centavos.
Kidnie, según trabajadores que lo acompañaban en la travesía dicen que el exlíder iba con la cabeza agachada, como si fuera un reo que lo llevan a fusilar, tenía la mirada perdida y vidriosa, suspiraba fuerte como para agarrar fuerzas, no articuló palabras, callado como una tumba; tal vez recordando sus 26 años dorados donde estuvo comisionado, saltando de un cargo a otro, diputaciones, entre otros placeres.
Sus manos colocadas en las rodillas y el casco de protección sostenido por su mano izquierda, en ese momento que parecía ausente de su triste realidad, lo vuelve al presente un grito fuerte que le dice “Colóquese el casco, ¿que no leyó las instrucciones de seguridad antes de abordar?” dijo el marinero en cargado de llevarlo a la plataforma, Víctor Manuel, rápidamente asustado y sacado de onda se colocó el casco en su cabeza. Petroleros que iban a bordo sus miradas lanzadas al exlíder primero fueron de asombro y después se tornaron en desprecio, recordando todos los agravios sufridos durante todos esos años que estuvo al frente de la Secretaría General de la Sección 47 donde se sentía y fue poderoso e inalcanzable para el gremio petrolero.
Víctor Kidnie, llegó a su destino donde el siguiente paso era subir a la ‘viuda’ dicen que estaba muy nervioso porque no sabía ni como subirse dentro de la canasta de la viuda, el marinero desde el voceo (Aparato de sonido) lo regañó fuertemente y toda la flota petrolera al escuchar la llamada de atención, se carcajearon y le dieron la bienvenida con gritos y abucheos; finalmente abordo con sus piernas tembloroso y no era para menos, porque fue un momento muy bochornoso y humillante para él, jamás en la historia de los trabajadores de la Plataforma Akal Romero, habían vivido un momento así, con tantos sentimientos encontrados, más de uno en ese lugar tiene algo que contar de ese personaje y de sus atropellos e injusticias sufridas. Pero ahora está ahí, como cualquiera de los trabajadores recibiendo el mismos trato, sin privilegios, como dicen los petroleros ahora sí, va sentir, lo que es amar a Dios en tierra ajena.
Víctor Kidnie, siendo líder sindical de la Sección 47 en más de una ocasión le enviaron los trabajadores de las plataformas oficios quejándose de la comida, dormitorios y la falta de medicamento, pero como el señor Kidnie dicen que estaba metido en estos negocios nunca le pidió a PEMEX mejorar el servicio. Pero la vida da muchas vueltas y ahora tendrá que comer frijoles con gorgojos, se terminaron sus años dorados donde comía caviar y cortes finos en los más lujosos restaurantes de Ciudad del Carmen y México; se acabaron sus viajes en avión privado, su última damisela lo mandó a volar y se llevó toda su enorme fortuna que amasó dentro del sindicato petrolero, se quedó con una mano atrás y otra adelante.
De sus grandes excesos tenía conocimiento Carlos Romero Deschamps, quien le solapó todo, murió dejándolo huérfano y totalmente fuera de la cúpula sindical. Víctor Kidnie, a pesar de ver su triste realidad no se da por vencido y amenaza con volverse a postular para secretario general, por eso volvió a su trabajo en el taller, sin importarle como está su imagen hecha trizas por su corrupto actuar y tampoco toma en cuenta que mientras Ricardo Aldana Prieto esté en el poder, él seguirá renegado, humillado, mal visto, en la plataforma Akal Romero de la empresa de Petróleos Mexicanos.