El presidente Andrés Manuel López Obrador, recordó el desacuerdo que su gobierno tuvo con Germán Larrea, el cual se logró solucionar.
Se pronunció por el respeto de los empresarios y particulares, pero siempre, dijo, poniendo por delante el poder público y el interés de la nación.
Afirmó que esa disputa ya se arregló, y manifestó que su gobierno está busca reparar daños y encaminar al país por “la senda de la justicia”, cuyo proceso se tiene que hacer convenciendo y persuadiendo.
El presidente López Obrador recordó al empresario Alberto Baillères, quién dijo, le ofreció su apoyo en su gobierno.
“No era su postura antes, pero ya con el paso del tiempo mantuvo con nosotros una actitud de respeto”.
Recordó que cuando enfermó más, se comunicó con él para informarle que los consejos de las empresas se quedarían a cargo de su hijo Alejandro.
El presidente también habló del empresario Carlos Slim, quien “ha actuado de manera institucional”.
El mandatario dijo que si ya no se permiten “contratos leoninos”, la gente se autolimita; pero si el gobierno se da motivo y se abren las puertas a la corrupción, entonces impera la ambición.
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