Se llevó a cabo en la capital el concierto clandestino “El imperio contraataca”, el cual contaba con una ideología neofascista que logró concentrar a personas de diversas partes de la República.
El concierto que logró reunir a más de 300 personas con dicha ideología contó con la presencia de cinco bandas: dos españolas y tres mexicanas.
Una vez caída la noche en las puertas de un pequeño portal azul del Salón Pentatlón, en la colonia Santa María la Rivera se encontraban tres hombres vestidos de rojo quienes representaban el indicador de que allí se llevaría a cabo el concierto neonazi.
Cabe señalar que con el fin de evitar cancelaciones o prohibiciones, el evento mantuvo su ubicación secreta hasta un día antes del concierto.
Ya una vez dentro del concierto neonazi, la mayoría de los hombres contaban con la cabeza rapada, mientras que alrededor de una veintena de mujeres esperaban en los alrededores de 90 metros cuadrados del Pentatlón.
Con la promesa de deleitar a su publico con música “dura y nacionalista”, las primeras bandas en subir al escenario fueron las mexicanas:
Dichas bandas neonazis interpretaron canciones con letras que criticaban el mundo en el que viven con frases como:
“Los nuevos tiempos son una mierdad, ¿dónde ha quedado la vieja escuela que no dudaba en pelear?”, mientras que poco a poco los tonos de las consignas iban subiendo de intensidad hasta llegar a frases como: “Putos maricones que ensucian mi ciudad, ¡cuélgenlos y quémenlos!”.
Es así que a pesar de que no se tiene el reconocimiento que han acumulado las bandas inglesas y españolas que siguen el neonazismo, las agrupaciones mexicana antes mencionadas integran el movimiento RAC (lo cual significa Rock Against Communism, lo que en español se traduce como rock contra el comunismo).
El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) ha asegurado no tener constancia de la presencia de colectivos neonazis en las ciudades de México, sin embargo acepta que existen narrativas de odio supremacistas que incitan a diversas formas de violencia.
Este tipo de encuentros neonazis se dan con extrema cautela como suele ocurrir en todo el mundo. El pasado tres de noviembre, el Senado de la República aprobó una reforma que sanciona hasta con tres años de cárcel a quién difunda ideas basadas en la superioridad o el odio raciales.
“Categóricamente toda manifestación de odio, suprematismo y formas conexas de intolerancia, así como de incitación a la violencia, la discriminación y la hostilidad”.
En el Día internacional contra el fascismo y el antisemitismo, celebrado el 9 de noviembre.
“recordamos que estas ideologías basadas en el odio y los prejuicios son contrarias a los derechos humanos”.