Un reciente estudio ha encendido alarmas: más del 20 % de los delfines nariz de botella del Golfo de México tienen rastros de fentanilo en su organismo.
Investigadores de la Universidad Texas A&M-Corpus Christi hicieron este descubrimiento durante análisis rutinarios, y el hallazgo no se limita al fentanilo. Otros medicamentos, como relajantes musculares y ansiolíticos, también están presentes en los cetáceos.
Los científicos apuntan a las aguas residuales como principal fuente de esta crisis. Los compuestos farmacéuticos probablemente se filtran al mar y contaminan la cadena alimenticia marina. Peces y camarones, que son presas de los delfines y alimento humano, podrían estar funcionando como intermediarios de esta peligrosa bioacumulación.
Los delfines, como depredadores de ápice, son indicadores clave de la salud del ecosistema marino. Sus grasas almacenan contaminantes, proporcionando un vistazo a la magnitud del problema. La contaminación farmacéutica no solo amenaza la biodiversidad del Golfo, sino que también plantea un riesgo para las comunidades pesqueras locales que dependen de estos recursos.
"La crisis podría llevar décadas activa"
Los expertos sospechan que esta contaminación ha estado ocurriendo durante años sin ser detectada.
Según la bióloga marina Dara Orbach, "apenas estamos comenzando a entender este problema". Este hallazgo abre la puerta a más investigaciones para determinar cómo mitigar los efectos en la vida marina y la salud pública.
Únete a nuestro canal de WhatsApp y entérate de las últimas noticias
La investigación, publicada en iScience, subraya la necesidad de regular mejor el desecho de medicamentos y monitorear los ecosistemas marinos. Este descubrimiento debe ser una advertencia para reforzar la protección de nuestros océanos y sus habitantes.