Alberto, Beryl, Chris y las ondas tropicales percibidas hasta ahora han sido sólo el principio. La temporada de lluvias y huracanes, que coincide con el verano en México, trae consigo un fenómeno más, denominado Oscilación Madden-Julian.
Si bien esto aumenta las esperanzas de mermar la sequía que afectó al país durante la primavera, la acumulación de fenómenos aumenta las alertas entre la población; el Servicio Meteorológico Nacional ya prevé el paso de las ondas tropicales 10 y 11, los efectos del monzón mexicano y un canal de baja presión en el país para las últimas dos semanas de julio.
Según el portal Meteored, este fenómeno consiste en una “zona de gran perturbación atmosférica que se mueve periódicamente de Oeste a Este a lo largo de las regiones tropicales, generalmente entre latitudes de 30° N a 30° S”.
El meteorólogo José Martín Cortés explica que este fenómeno cuenta con dos fases, las cuales determinan la posibilidad de precipitaciones:
El meteorólogo afirmó que la primera fase de la Oscilación Madden-Julian será la dominante durante su paso por el territorio nacional, el cual se espera ocurra en el periodo entre el 26 de julio al 15 de agosto.
Debido a ello, se prevé que las lluvias continúen en aumento, llegando a ser abundantes en los estados de la zona centro y sur del país, especialmente la franja de Quintana Roo a Jalisco, donde se esperan tormentas por la onda tropical 12 hasta el 25 de julio.
Las mismas ondas tropicales y la actividad del monzón mexicano podrían generar un frente frío en las entidades del norte; también aumentará la probabilidad de la formación de ciclones en el pacífico y el Caribe.
Estos efectos contribuirán a mermar la sequía, y a la recuperación de los cuerpos de agua, pero es importante que la población permanezca alerta a las indicaciones de las autoridades, pues las manchas urbanas y zonas vulnerables podrían ser propensas a sufrir anegamientos y deslaves.