Marcelo Ebrard presentó hoy en la Ciudad de México el plan Para Ganar Más, cuyos objetivos resumió así: “Crecer al 5%, 6 millones de empleos nuevos y que tu salario valga el doble de lo que vale hoy es la meta, y que la clase media crezca”.
El excanciller explicó que con el modelo económico de gobiernos anteriores se apostó a tener salarios muy bajos y se descuidó la innovación: “Ahora estamos en otra etapa. Afortunadamente vamos a una competencia donde existe la posibilidad de un nearshoring a gran escala”.
Presente en el foro por invitación de Marcelo, Robert F. Engle, premio Nobel de Economía, explicó que el nearshoring (es decir, que las empresas trasladen sus plantas a países cercanos y con costos de producción accesibles) permitirá que los negocios que llegan a México pasen de ser un puñado a una cascada.
Marcelo expuso cinco objetivos clave para mejorar la calidad de vida, el nivel de ingreso y los salarios en la que llamó una nueva economía para nuestro país:
A gran escala para que México sea el destino de las mejores empresas del mundo, con un crecimiento de 5% anual y 6 millones de empleos bien pagados.
Para que crezca la clase media, lo cual no puede ocurrir sin productividad.
En la mitad del tiempo que se invierte ahora, sin tantos trámites ni costos elevados.
Con recursos de los sectores público y privado.
Mediante la expansión de energías limpias, con miras a que en 2030 se encuentre consolidada.
“El mundo está intentando traer los empleos a casa”, anotó Engle durante su intervención, con sede en la fábrica de Colchones Canadá, en la alcaldía Iztapalapa. “El T-MEC representa un vehículo para que estas empresas pongan sus plantas en México y pongan sus productos en la frontera.
Respecto a la dificultad para crear una empresa en México, Marcelo abundó: “Tenemos capas geológicas de normas, oficios, disposiciones, reglamentos: carísima la formalidad en México. Vamos a hacerlo barato, accesible y apoyar a la gente que quiera emprender”, e ironizó: “Para sorpresa de ustedes, sería yo el primero que no propone hacer nuevas leyes, sino quitar muchas que ya están”.
El profesor estadounidense y experto en economía coincidió con Marcelo en que debería ser sencillo poner un negocio, sin burocracia que lo obstaculice. También lamentó que antes la gente cruzara la frontera de norte a sur y de sur a norte para hacer compras o cenar y que eso ya no ocurra en ninguna dirección, lo cual se debe a barreras económicas, políticas y de inseguridad.
“No son problemas que no tengan solución”, aseveró el premio Nobel, y dijo que una de las explicaciones es que los políticos estadounidenses son muy vengativos y por eso la economía fronteriza no fluye de la manera correcta. Agregó que para que las empresas que lleguen a México no solo utilicen la fuerza laboral para ventas, sino también para investigación, es necesario generar un círculo virtuoso en el que se capacite a los trabajadores.
Sobre la relación con Estados Unidos, Marcelo dijo que allá viven 38 millones de personas de origen mexicano: “Cuando oímos a un político que dice que no quiere a los mexicanos en EU, nadie entiende de qué está hablando: tenemos más de 10% de la población de EU de origen mexicano: somos familia”, afirmó. “Doesn’t make sense. Lo que tú dijiste al final: eso sí hace sentido, que es trabajar juntos”, le dijo a Engle.
Ambos precisaron que esta meta se tendrá que alcanzar con estrategias de sostenibilidad ante el cambio climático y la escasez de agua, fenómenos que deberán enfrentarse mediante la adaptación y la mitigación de sus efectos, con políticas como descarbonizar la economía e impulsar la generación de energías limpias mediante plantas solares, la migración a vehículos eléctricos y la creación de plantas desaladoras.
Marcelo relató que su relación con Engle y otros premios Nobel se inició cuando era jefe de Gobierno: “Son gente que se dedican a pensar, a diseñar, a resolver preguntas complejas, y es un gran placer y un beneficio muy grande para México que sean parte de nuestra comunidad y nos compartan qué piensan”, y prometió que en los siguientes años les pedirá que vengan más a México “para que siempre tengamos ese diálogo con la inteligencia mundial en todo lo que hagamos”.
Al comenzar el foro, Marcelo se había congratulado: “Este es el primer evento que yo recuerde en México que recibamos a un premio Nobel hablando de nuestro país”, y anunció que el profesor estadounidense y su esposa serán los primeros receptores de la versión en inglés de su libro El camino de México, traducido como Mexico: Our Path Forward.