Tras 9 meses de habitar en el Parque Central de Ciudad Juárez, Chihuahua y vivir en condiciones extremas, la jirafa Benito junto con personal, inició su traslado rumbo al zoológico Africam Safari en Puebla.
Dicho cambio de hábitat se logró debido a una intensa campaña de grupos ecologistas que temían por la vida del mamífero, quien enfrentaba condiciones incesantes de frío y calor extremo, hasta una nevada.
Un grupo de ciudadanos y activistas se reunieron para despedir a la jirafa que se robó el corazón, mientras tantouna grúa levantó con extremo cuidado el contenedor hasta el camión donde pasará al menos 50 horas hasta Puebla.
El traslado no pudo llegar en mejor momento, justo cuando un nuevo frente frío está por golpear la región. El colectivo Salvemos a Benito alertaba desde hace 10 días que al animal se le estaban congelando hasta las pestañas.
A Benito, un macho de 4 años que se ha convertido en la jirafa más famosa de México, le esperan unos 2.000 kilómetros y unas 50 horas en carretera hasta su nuevo hogar, el parque de conservación de vida silvestre Africam Safari en el estado de Puebla.
El remolque, de más de cinco metros de alto, está especialmente diseñado para el animal y Benito se fue familiarizando con él durante todo el fin de semana, tal como se pudo ver en los videos que publicó el director del parque, Frank Carlos Camacho, en redes sociales.
Dentro del contenedor se encuentra paja, alfalfa, agua y verduras pero también cámaras de circuito cerrado, dispositivos para controlar la temperatura y bocinas que incluso le permitirán a los técnicos hablarle al animal.
Durante su viaje, Benito estará custodiado por una caravana de vehículos con autoridades de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y la Guardia Nacional.
Según Camacho, el estado de salud actual de Benito no es malo, aunque tiene parásitos y le lloran los ojos continuamente por el viento y el frío. Al llegar a Puebla deberá pasar una cuarentena, un proceso para terminar de adaptarse a la nueva alimentación y estará en un ambiente mucho más parecido a las sabanas africanas.
Y por si te lo preguntabas, los pasajeros que viajen por las carreteras del norte de México no podrán saludar a Benito, pues se encuentra en un contenedor aislado del frío, el viento y la lluvia, pero también del ruido y el paisaje.