Al advertir que “está por verse si el pueblo va a querer que regresen los saqueadores, los rateros”, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que se trabaja para abatir el contrabando de combustible en todo el país.
Los recientes hallazgos de tomas clandestinas, en Ecatepec y la Ciudad de México, señaló, “causaron mucha preocupación por el peligro que significan, porque empezó a sentirse un fuerte olor a combustible en el Emisor Oriente y con grado de explosividad”, aunque se detectaron los depósitos de gasolina robada y ya se procede legalmente.
Llamó a la población a no volver a la práctica del huachicoleo porque el gobierno expropiará los terrenos o bodegas que se presten para este delito grave.
La coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, detalló que en la noche del pasado 29 de marzo tuvo lugar un suceso “de los más relevantes que han puesto en riesgo a la población” de la capital y a esa parte de la zona conurbada con un índice de explosividad de 70 por ciento, luego se sabría que hay al menos ocho tomas clandestinas los cuales ya fueron clausurados.
Bodegas de almacenamiento
Javier González del Villar, director de Pemex Logística, informó de los trabajos para detectar cada irregularidad en el tramo Tuxpan-Azcapozalco, donde se usaron predios como centros de almacenamiento ilícito de combustible, mismos que fueron expropiados, vía la ley de extinción de dominio.
El Presidente declaró que pronto estará controlado el ilícito, no sólo en ductos, sino en puertos y aduanas. Recordó que al inicio del sexenio el robo era de 81 mil barriles diarios y ahora son 5 mil.
En puntos de la frontera norte “los gobernadores tenían mano”, especificó, para apoyar estas prácticas, en medio de la corrupción.