La presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, recientemente dio a conocer que durante su sexenio se implementarán cambios en las escuelas mexicanas, con el objetivo de impulsar, entre otras cosas, mejores hábitos alimenticios entre los estudiantes.
Con este fin, a partir del próximo año, quedará estrictamente prohibida la venta de comida chatarra al interior de los planteles educativos.
El secretario de Educación, Mario Delgado, profundizó en esta medida diciendo que se buscará evitar la venta de alimentos ultraprocesados y de bajo valor nutricional en las cooperativas escolares, además de fomentar la actividad física, el consumo de agua y la correcta selección de alimentos saludables.
Según se informa, los planteles que no respeten la implementación de estos cambios recibirán multas que podrían ir desde los 10 mil 900 hasta los 109 mil pesos, según los lineamientos publicados en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el pasado 30 de septiembre.
En el caso de los padres de familia que manden a sus hijos a la escuela con alimentos "prohibidos" desde sus casas, no habrá sanción alguna.
Los lineamientos también exponen que los alimentos preparados dentro de los planteles deberán usar ingredientes de origen natural, frescos y de temporada, evitando abusar del uso de ingredientes enlatados, como frutas y verduras.
Se promueve también el consumo de legumbres (frijoles, lentejas y habas), tubérculos (papas y camote sin azúcar) y cereales, preferentemente sin azúcares añadidos.
Lo mismo ocurre con las bebidas, pues deberá evitarse preparar aquellas que contengan un alto nivel de azúcares o cafeína, y los productos lácteos deberán utilizar leche descremada o semidescremada.
Finalmente, en el caso de los alimentos de origen animal, deberán prepararse asados y se utilizarán pescados y pollos sin piel.