El gobierno de China rechazó que los precursores químicos utilizados para fabricar fentanilo tengan origen asiático, y acusó al gobierno de Estados Unidos de calumniar y evadir sus propias responsabilidades en relación con la presencia de esta droga en su país.
En un comunicado emitido por la embajada de China en México, se enfatizó que el gobierno chino supervisa de manera rigurosa las sustancias químicas relacionadas con el fentanilo y que la responsabilidad por el flujo de dichas sustancias no recae en su administración.
La embajada sostuo que la raíz de la crisis del fentanilo en Estados Unidos se encuentra dentro del propio país y que la solución fundamental radica en reducir la oferta y la demanda interna de drogas.
Se destacó que el gobierno chino ha tomado medidas estrictas para controlar el suministro y la administración de las sustancias relacionadas con la fabricación de fentanilo desde mayo de 2019, mientras que Estados Unidos no ha tomado acciones equivalentes.
En lugar de culpar a otros países, la embajada de China instó a Estados Unidos a reflexionar sobre sí mismo, fortalecer el control interno de medicamentos recetados, aumentar la concienciación sobre los peligros y daños de las drogas, y reducir la demanda interna de sustancias estupefacientes.
Según el comunicado, el gobierno chino ha catalogado y controlado 38 químicos precursores para la fabricación de fentanilo, 14 más de los que ha señalado Naciones Unidas.
Estas medidas han sido reconocidas por la comunidad internacional. Por lo tanto, China se desligó de cualquier responsabilidad en la distribución ilegal de fentanilo en otros países, argumentando que la responsabilidad de prevenir el flujo de sustancias químicas sin catalogar recae en el país importador.
El comunicado también ponderó la cooperación entre China y México en la lucha contra el narcotráfico. Se mencionó que ambas partes están coordinando y fortaleciendo activamente la supervisión de las sustancias utilizadas en la fabricación de drogas, y se valoró de gran importancia mantener una relación bilateral fluida.