El pasado jueves 5 de enero del presente año, fue detenido por un operativo de la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena) Ovidio Guzmán, el hijo de “El Chapo”, quien dirigía al cartel de Sinaloa.
Cientos de casquillos tirados, vehículos, puertas y ventanas baleadas, habitaciones desordenadas, clósets y muebles rotos, restos de comida, medicamentos y manchas de sangre por los pisos, es como quedó la vivienda de Ovidio Guzmán, alias “El ratón”, luego de su recaptura.
Según la Sedena, la detención se llevó a cabo a las 6:20 de la mañana y en el momento difundieron un video en se observa que lanzan misiles en la casa donde se encontraba Ovidio. Tras los hechos violentos de esta detención en Sinaloa, no se había tenido acceso al lugar de los hechos.
De acuerdo a un video publicado por un medio de noticias, la casa, ubicada en medio de la propiedad, está rodeada de vidrios rotos. Al entrar por la puerta principal, hay un gran comedor donde todavía hay alimentos, dulces y botellas de agua
El primer cuarto, que es la recámara principal, tiene sangre seca en el piso, como señal de que alguien herido caminó por el espacio. El colchón fue movido de su lugar, los cajones de los burós fueron abiertos, y el cristal del baño que protegía la zona de la tina de hidromasaje está roto.
Además, hay dos camas y una de ellas tiene una mancha de sangre que abarca un cuarto de la colcha. Afuera, pegada a la barda, hay una cinta roja de precaución, donde hay una granada más que no detonó.