Eran inicios de diciembre de 2011. El país estaba en la antesala del proceso presidencial que tendría lugar el año entrante. Humberto Moreira era el dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y por entonces enfrentaba señalamientos por la megadeuda que se había adquirido durante su gestión como Gobernador en Coahuila. El líder priista se había deslindado de la deuda —que pasaría a ser conocida como el “moreirazo”— y había rechazado que lo llevaría a renunciar de su cargo partidista. Pero el primer viernes de ese mes todo cambió.
“Hoy llego con ustedes a decirles que presento mi renuncia como presidente del Comité Ejecutivo Nacional del partido. La presento porque lo más importante que tenemos los priistas es nuestra institución y nuestro instituto político, porque no voy a permitir que por una guerra mediática se esté tratando de dañar a mi partido que tantas oportunidades me ha dado”, dijo en un mensaje ante la militancia.
El Gobierno de Moreira era señalado de haber endeudado al estado de Coahuila por un monto superior a los 35 mil millones de pesos. La situación lo siguió en los 272 días que estuvo en la dirigencia del Revolucionario Institucional, luego de haber dejado la gubernatura de esa entidad el 3 de enero de 2011, y lo orilló a renunciar ese 2 de diciembre de 2011.
Semanas antes, el 25 de agosto, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), entonces encabezada por Ernesto Cordero, anunció que había presentado una denuncia penal ante la entonces Procuraduría General de la República (PGR) por la contratación irregular de deuda por parte del Gobierno de Coahuila. La dependencia indicó en ese momento que la deuda en la entidad pasó de 323 millones de pesos en 2005 a casi 32,000 millones al cierre de marzo.
No obstante, para el 30 de septiembre de 2011, el estado había solicitado créditos por 35 mil millones de pesos, de acuerdo con la revisión de la deuda pública que realizó la Auditoría Superior del Estado (ASE). Las mismas cifras daban cuenta de cómo el grueso de la deuda se contrató en el 2010, por un monto de 20 mil 778.5 millones, y en 2011 por 7 mil 356. Los créditos de largo plazo sin autorización del Congreso ascendieron a 18 mmdp.
De acuerdo con cifras del diario Reforma, Coahuila era el estado con la mayor deuda por habitante con pasivos per cápita de 11 mil 633 pesos, una cifra que ascendería en 2012 —según cifras del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria— a 13 mil 262 pesos.
Humberto Moreira nunca fue responsabilizado por las autoridades de esta trama de contratación irregular de deuda. De hecho, sólo dos funcionarios de primer nivel han enfrentado a la justicia. Uno, Javier Villarreal Hernández, quien de 2008 a 2010 fue secretario de Finanzas de Coahuila y de junio de 2010 a 2011, titular del Servicio de Administración Tributaria del Estado, el SATEC. El otro Jorge Torres López, quien asumió el Gobierno de manera interina a la salida de Moreira. Por el caso también fue procesado Sergio Ricardo Fuentes Flores, exadministrador General de Políticas Públicas del SATEC.
Por esas mismas fechas enfrentaría otros señalamientos por Vicente Chaires Yáñez, uno de sus colaboradores señalado por enriquecimiento ilícito e incluso de supuestamente ser uno de sus prestanombres. Chaires se desempeñó como director de Administración del Gobierno del estado de 2005 a 2010 y de ahí fue al PRI con Moreira.
Pese a ser un funcionario de tercer nivel se convirtió en un empresario de las telecomunicaciones en México y de la industria inmobiliaria en Texas, lo cual le valió ser denunciado ante la PGR por enriquecimiento ilícito. Cuando Humberto Moreira fue cuestionado en agosto de 2011 sobre este tema consideró que se trataba de un golpeteo político y señaló: “¡Ya! ¡Ya chole, a otro perro con ese hueso!”. Con el tiempo sería los señalamientos contra su gestión los que lo llevarían a dejar la dirigencia priista.
Un año después de haberse dado a conocer el tamaño de la deuda de Coahuila, en noviembre de 2012, Sergio Fuentes sería el protagonista de un video grabado en octubre de 2011 y que Humberto Moreira daría a conocer, en el que su excolaborador le pediría perdón por el endeudamiento, una grabación que llevaría al exmandatario a decirse engañado y señalar que no tuvo conocimiento de los malos manejos.
“Siempre dije la verdad, nunca mentí y qué lástima que tenga que mostrar un video para que me crean”, comentó Moreira en entrevista con Milenio, a la par de que se dijo ser objetivo de un “mega linchamiento”.
Lo cierto es que el tema del endeudamiento en su gestión ha acompañado desde entonces a Humberto Moreira, quien fue exonerado tanto por la Procuraduría de Coahuila en el Gobierno de su hermano Rubén Moreira como por la Procuraduría General de la República en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.
Apenas la mañana de este 12 de abril de 2023, 12 años después de los señalamientos contra el exgobernador de Coahuila, el actual Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que Estados Unidos devolverá casi cinco mil millones de pesos que fueron desviados durante el Gobierno de Moreira.
Javier Villarreal Hernández ha sido señalado a lo largo de todo este tiempo como uno de los artífices de la megadeuda, por la cual renunció el 19 de agosto de 2011 al Servicio de Administración Tributaria del Estado de Coahuila. Dos meses después sería detenido por su implicación en la contratación ilegal de créditos, un proceso que siguió en libertad hasta que se fugó. En febrero de 2012 fue detenido en Estados Unidos y liberado nuevamente al pagar una fianza.
Finalmente, en febrero de 2014 se entregó a las autoridades estadounidenses luego de haber sido acusado en noviembre de 2013 de fraude, robo y transferencia ilegal de fondos, a partir del aseguramiento de millones de dólares que las autoridades estadounidenses consideraron que había desviado junto con Jorge Torres, exgobernador interino, quien fue detenido hasta febrero de 2019 en Puerto Vallarta y extraditado en octubre de ese año a Estados Unidos.
Fue en septiembre de 2014 cuando Villarreal Hernández se declaró culpable de dos cargos de conspiración de lavado de dinero y uno de conspiración para transportar dinero robado. Semanas antes cedió a las autoridades estadounidenses 6.5 millones de dólares que habría obtenido de manera ilícita.
La Oficina del Procurador Federal para el Oeste de Texas Villarreal acusó a Villarreal de haber recabado los fondos durante su etapa como Tesorero de Coahuila a través de sobornos de empresas que recibieron contratos estatales. Las autoridades señalaron que usó el dinero para comprar propiedades en San Antonio y otros lugares.
Luego de acordar un pago millonario y de colaborar con las autoridades estadounidenses, como ocurrió en el caso de Genaro García Luna, en donde fue uno de los testigos, Villarreal Hernández está en libertad condicional a la espera de ser sentenciado.
En lo que respecta a Jorge Torres López se declaró culpable en junio de 2020 del delito de lavado de dinero. El Fiscal Ryan K. Patrick informó que el priista admitió haber realizado transacciones financieras EU para ocultar los sobornos que recibió a cambio de contratos de construcción de carreteras para el estado de Coahuila.
El exgobernador interino fue liberado en septiembre de 2021 por las autoridades estadounidenses tras ser sentenciado a tres años de prisión en Texas por los delitos de conspiración y lavado de dinero. Según ha trascendido se encuentra en Saltillo.
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