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El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, criticó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por estrechar lazos con el mandatario ruso, Vladimir Putin y, en cambio, atacar a sus aliados como Canadá.
"Nuestro mayor aliado está hablando ahora de forma cercana con un dictador y asesino: Putin", declaró Trudeau, mientras anunciaba aranceles del 25% a las importaciones estadounidenses en respuesta a la política comercial de Washington.
El líder canadiense insistió en que su gobierno no permitirá que Estados Unidos perjudique su economía con tarifas injustificadas y adelantó que llevará el caso ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). "No recularemos si nuestro país está en juego", afirmó con contundencia.
Los aranceles anunciados por Trudeau afectarán a productos estadounidenses por un valor de 30.000 millones de dólares canadienses.
Además, el gobierno de Canadá ha dado un plazo de 21 días a Washington para retirar los gravámenes del 10% sobre las importaciones energéticas.
Si Estados Unidos no da marcha atrás, Ottawa impondrá nuevas tarifas a otros bienes estadounidenses por un total de 125.000 millones de dólares.
"Vamos a demostrar que en una guerra comercial no hay ganadores", subrayó el primer ministro de Canadá.
También dirigió un mensaje a los ciudadanos estadounidenses, asegurando que Canadá no quiere perjudicarlos, pero que la administración de Trump ha tomado decisiones que afectarán tanto a trabajadores estadounidenses como canadienses.
La referencia de Trudeau a la relación entre Trump y Putin añade un nuevo nivel de tensión a la disputa. Mientras el gobierno estadounidense impone sanciones comerciales a su vecino y aliado histórico, la Casa Blanca ha mostrado una actitud más conciliadora con el Kremlin.
También acusó a Trump de "sabotear su propia agenda" al debilitar la cooperación en la lucha contra el tráfico de fentanilo, un problema que afecta gravemente a ambos países.
La imposición de aranceles amenaza con desestabilizar el comercio bilateral y provocar una escalada de precios en productos esenciales.
Analistas advierten que esta medida no solo afectará a las empresas y consumidores canadienses, sino que también encarecerá bienes en Estados Unidos.
"Canadá siempre ha trabajado junto a Estados Unidos como un aliado confiable. Pero este gobierno está poniendo en peligro décadas de colaboración", advirtió Trudeau.
Sin embargo, dejó claro que no cederán ante presiones unilaterales. "Los canadienses son razonables y educados, pero no nos detendremos una vez que comience la lucha", advirtió.