La reciente escalada de violencia en Oriente Medio, desencadenada por el ataque terrorista de Hamás contra Israel y la subsiguiente respuesta israelí en la Franja de Gaza, ha generado una creciente preocupación en Europa, especialmente entre las comunidades judías del continente.
El rabino Menachem Margolin, líder de la Asociación Judía Europea, alertó sobre un incremento significativo de incidentes antisemitas y amenazas en línea, haciendo hincapié en la falta de medidas de protección efectivas por parte de los gobiernos europeos.
Un informe del Sistema de Monitoreo de Antisemitismo Cibernético reveló un aumento del 1,200% en los llamados a la violencia contra los judíos desde el inicio de la respuesta militar de Israel contra Palestina.
París, Nueva York y Buenos Aires destacaron como los principales focos de antisemitismo en Internet, según el informe.
Alemania se encuentra entre los países más afectados por el temor a episodios violentos.
El ataque con cócteles molotov contra un centro comunitario judío en Berlín ha encendido las alarmas, y las autoridades temen posibles atentados más graves.
Desde el ataque de Hamás, se han registrado 360 delitos antisemitas en Alemania, incluyendo 121 con violencia.
El riesgo para la seguridad de los judíos en Alemania se considera "elevado", según la ministra de Interior, Nancy Faeser, y los servicios secretos estiman que hay al menos 1,250 militantes del grupo libanés Hezbollah en el país.
A pesar de los esfuerzos de Alemania por enfrentar su pasado y combatir el antisemitismo, la creciente diversidad y las tensiones actuales plantean nuevos desafíos en la sociedad alemana.
El presidente de la República, Frank-Walter Steinmeier, destacó la importancia de conocer la historia de Auschwitz y asumir la responsabilidad en la lucha contra el antisemitismo, pero el contexto cambiante en la sociedad alemana, marcado por las oleadas de inmigración y nuevas perspectivas generacionales, presenta un desafío adicional en la prevención de actos antisemitas.