Estados Unidos inició este martes el traslado de migrantes detenidos en su territorio hacia el centro de detención ubicado en la Base Militar de Guantánamo, en Cuba.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó la operación en una entrevista con Fox Business.
"Ya no permitiremos que Estados Unidos sea un refugio para criminales ilegales de diferentes partes del mundo", declaró Leavitt, reafirmando la postura del gobierno sobre el control migratorio.
Desde el inicio de la actual administración, alrededor de 3,000 personas han sido arrestadas dentro de Estados Unidos. Si bien esta cifra está lejos de las redadas masivas que el presidente prometió en campaña, las detenciones han encendido el debate en torno a la política migratoria.
Organizaciones defensoras de derechos humanos han manifestado su preocupación, cuestionando la legalidad de enviar a los detenidos a un centro operado por el ejército fuera del territorio estadounidense.
Implicaciones de la medida
El uso de Guantánamo como destino para migrantes detenidos no tiene precedentes recientes y podría desencadenar tensiones políticas y diplomáticas. Mientras el gobierno argumenta que esta medida busca fortalecer la seguridad, los críticos advierten que podría derivar en violaciones a los derechos humanos.