La investigación a la que fue sometido el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, por haber mantenido una relación íntima con una subordinada, determinó que violó "obligaciones éticas" y disposiciones internas sobre "el sentido común y buen juicio", pero no de forma intencional.
Al mantener relación íntima con la politóloga mexicana Marian Vidaurri, 20 años más joven Almagro, y permitir que ella continuara siendo parte integral de su equipo de asesores, el diplomático uruguayo "violó sus obligaciones éticas adicionales y contravino el espíritu mismo del 'sentido común y el buen juicio', requerido siempre para todos los miembros del personal y demás proveedores de servicios de la Secretaría General, detalla el informe.
Su conclusión es que el secretario general violó las Reglas y Regulaciones de la OEA en lo que concierne a las disposiciones sobre el sentido común y buen juicio, y las obligaciones éticas adicionales para el secretario general.
Miller & Chevalier apuntó que sus hallazgos "sugieren" una revisión de las reglas y regulaciones de la OEA, "de manera tal que en el futuro se evite este tipo de situaciones".
Miller & Chevalier estimó que la violación al código ético surge del "no haberse abstenido de trabajar en estrecha colaboración y cercanía con la funcionaria" tras haber iniciado la relación íntima o, en su defecto, haber continuado con la relación mientras trabajaba en estrecha colaboración y cercanía con esa empleada.
La indagatoria externa se conoció en octubre del año pasado y fue llevada a cabo por el bufete de abogados Miller & Chevalier.