El pasado 23 de enero, científicos británicos anunciaron que un iceberg, de mil 550 kilómetros cuadrados, del tamaño de Londres, se había desprendido de la banquisa en la Antártida.
Ahora, ya están disponibles las primeras imágenes aéreas de este enorme bloque de hielo a la deriva.
Científicos del British Antarctic Survey (BAS) publicaron las primeras imágenes aéreas del enorme iceberg A-81 que se desprendió de la plataforma de hielo Brunt en la Antártida durante una marea alta.
El iceberg viajará hacia el oeste de la misma manera que los anteriores barridos por la poderosa corriente costera antártica. A medida que el A-81 continúa moviéndose a través del Mar de Weddell y más al norte hacia la cuenca del Atlántico Sur, los científicos de BAS continuarán siguiéndolo y monitoreándolo.
El profesor Geraint Tarling, jefe del equipo de Ecosistemas de BAS, estaba a bordo, afirmó que ese iceberg tendrá un gran impacto en los ecosistemas oceánicos que sustentan la rica diversidad de fauna marina que se encuentra en esta región antártica.
“Estos impactos pueden ser tanto positivos como negativos. En el lado positivo, a medida que el iceberg se derrita, liberará una gran cantidad de nutrientes que podrían beneficiar el crecimiento de plantas microscópicas, como el fitoplancton en la base de las redes tróficas oceánicas. El lado negativo es que ese mismo derretimiento, a tan gran escala, arroja mucha agua dulce al océano, lo que disminuye los niveles de salinidad y hace que las aguas no sean aptas para muchos fitoplancton y el zooplancton que se alimenta de ellos. Estos efectos podrían hacer que la cadena alimenticia se extienda a los peces, las aves, las focas y las ballenas”.