A dos semanas de que inicie la justa deportiva más importante del mundo, el embajador del Mundial de Qatar, Khalid Salman, arremetió en contra de la homosexualidad, a la que calificó como un “daño metal”.
Salman soltó estas declaraciones durante una entrevista con la televisora pública alemana ZDF en la que afirmó que ser gay es "haram", término árabe utilizado para señalar algo prohibido.
El también exjugador de la selección nacional de Qatar sostuvo que la homosexualidad "es un daño espiritual" e incluso se dijo en contra de que los niños vean a personas homosexuales.
"Durante el Mundial vendrán muchas cosas al país. Hablemos de homosexuales. Lo más importante es que todo el mundo acepte que viene aquí. Pero tienen que aceptar nuestras normas", apuntó.
Tras lo dicho por Khalid Salman, un agente de prensa del comité organizador del Mundial de Qatar puso fin a la entrevista.
Luego de que fueran difundidas las declaraciones del embajador del Mundial de Qatar, la ministra del Interior de Alemania, Nancy Faeser, deploró estos comentarios, los cuales calificó como “espantosos”.
"Desde luego que tales comentarios son espantosos y esa es la razón por la cual estamos tratando que la situación en Qatar mejore", expuso.
Faeser, quien ha criticado el historial de derechos humanos de Qatar, señaló que hace una semana, durante una visita a dicho país, el primer ministro le aseguró que habría garantías de seguridad para todos los aficionados que lleguen al Mundial.
"Esto independientemente de su origen, orientación sexual y creencias", dijo.
Asimismo, indicó que el primer ministro de Qatar no ha cambiado de postura, por lo que confía en que no ocurra ningún incidente relacionado con la diversidad sexual.
De acuerdo con estimaciones del Gobierno catarí, se espera que la Copa del Mundo, que se disputará del 21 de noviembre al 18 de diciembre, congregue a más de 1.2 millones de espectadores a lo largo del evento.
Miles de personas que planean acudir a la justa deportiva han externado su preocupación ante el trato que el país emirato da a la población LGBT+, por lo que se teme por la seguridad de los turistas homosexuales que asistan.