En su autobiografía titulada Esperanza, el Papa Francisco, de 88 años, compartió reflexiones sobre su vida, desde su infancia en Argentina hasta su pontificado.
Relatando anécdotas personales, el libro aborda temas que han marcado su liderazgo en la Iglesia Católica: la búsqueda de la paz, la acogida de migrantes y la protección del medioambiente.
En el libro, que será publicado en español a finales de este mes, Francisco se describe como "un pecador" y recuerda episodios de su niñez en un barrio multicultural de Buenos Aires.
El Papa rememora con afecto a los miembros de su familia, incluyendo el viaje de sus abuelos italianos que emigraron a Argentina en 1929.
Detalla cómo su abuela escondió los bienes familiares en el forro de su abrigo, una imagen que, según él, simboliza las historias de migración "de ayer y de hoy".
También narra el cónclave que lo eligió como sucesor de Benedicto XVI. "Nunca imaginé que el resultado de este cónclave me podía afectar directamente", confiesa, recordando la imagen de un hombre sin hogar en la Plaza de San Pedro con una pancarta que decía "Papa Francisco I".
En San Pedro, esos días había una persona sin hogar que se paseaba con una pancarta alrededor del cuello donde había escrito 'Papa Francisco I'. Esta imagen solo me vino a la memoria después, cuando varios periódicos publicaron la fotografía".
Francisco lamenta cómo el aislamiento que conlleva el poder le ha alejado de las cosas simples de la vida, como caminar por las calles o tomar el metro.
Aunque reconoce excepciones, como los atentados del 11 de septiembre de 2001, admite que no ha visto jugar a su equipo, el San Lorenzo, en más de tres décadas, aunque un guardia suizo le actualiza con los resultados.
En colaboración con el periodista italiano Carlo Musso, Francisco reflexiona sobre los retos de su pontificado, incluyendo la reforma de la burocracia vaticana y la regulación del campo financiero. Estas iniciativas, dice, enfrentaron "la mayor de las resistencias".
El libro, en esencia, se convierte en un testimonio de su conexión con las personas comunes, a pesar de las limitaciones de su posición.