Este 4 de abril se hizo oficial la anexión de Finlandia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), alianza impulsada desde los años 50 por Estados Unidos y Canadá y que hoy suma en total 31 países miembros.
En Bruselas, sede de la alianza, el secretario general Jens Stoltenberg descartó que esto signifique la entrada inmediata de tropas a ese país; “no habrá tropas de la OTAN sin el consentimiento de Finlandia”.
El político noruego destacó esta adhesión como el proceso “más rápido en la historia moderna de la OTAN”, descartó por ahora la presencia de efectivos como ya ocurre en otros países miembros; “no ha sido un tema hasta ahora en las discusiones con Finlandia”.
Por ahora, los elementos de la Alianza se encuentran desplegados a lo largo de la frontera oriental; en 2017 se crearon en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia, y debido al conflicto de Rusia con Ucrania se agregaron otros a Bulgaria, Hungría, Rumania y Eslovaquia.
Ahora, con la anexión de Finlandia, se dobla el tamaño de esa frontera; Stoltenberg afirmó que esto es solo una consecuencia de “la guerra de agresión del presidente Putin contra Ucrania”.
Comparó la situación actual en esta parte de Europa a lo ocurrido entre Finlandia y la entonces Unión Soviética en 1939, por lo que están conscientes de la “brutalidad” que una guerra puede causar.
Tervetuloa Suomi — Welcome Finland!
— NATO (@NATO) April 4, 2023
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Por su parte, el portavoz de la presidencia rusa, Dimitri Peskov, acusó que la adhesión de Finlandia es un “ataque a la soberanía e intereses nacionales” por parte de la OTAN. “Esto nos obliga a tomar contramedidas para garantizar nuestra seguridad”.
Agregó que en Moscú se actuará en función de lo que haga la alianza y de si despliega o no infraestructura militar cerca de sus fronteras.
Sin embargo, señaló que con Finlandia “nunca ha habido litigios” y destacó que ese país nunca ha sido “anti-Rusia”. Aún así, reconoció que esto podría afectar la naturaleza de sus relaciones con este país.