Shanti de Corte, una joven de 23 años que sobrevivió a los atentados terroristas en el aeropuerto de Bruselas en marzo de 2016, murió tras solicitar que le apliquen la eutanasia.
La jovencita pidió la eutanasia por “sufrimiento psiquiátrico insoportable”. La eutanasia se define como la práctica de acabar intencionalmente con la vida de una persona para aliviar su dolor y sufrimiento. Es legal en Bélgica para una persona que se encuentra en “una condición médicamente inútil de sufrimiento físico o mental constante e insoportable que no puede ser aliviado, resultante de un trastorno grave e incurable causado por una enfermedad o accidente”.
La solicitud formal para que se le practicara la eutanasia fue aprobada a principios de este año por dos psiquiatras.
El caso causó gran controversia por tratarse de una persona tan joven que no padecía ninguna patología física. Expertos apuntaron que el entorno médico de la joven debió ofrecerle otras opciones antes de la eutanasia.
Shanti sufría de depresión severa y trastorno de estrés postraumático tras el atentado del ISIS en 2016 que mató a 32 personas e hirió a más de 300.
La joven, que en ese entonces tenía 17 años, se encontraba en la sala de salidas del aeropuerto belga de Zaventem el 22 de marzo de 2016 con sus compañeros de colegio para viajar a Italia cuando los terroristas detonaron una bomba. Logró escapar de la explosión, a la que siguieron otras dos detonaciones.
Pese a haber sobrevivido y a salir físicamente ilesa, Shanti de Corte sufrió constantes ataques de pánico y síntomas de depresión por las consecuencias psicológicas del episodio.
Fue internada en un hospital psiquiátrico en su ciudad natal, Amberes, para comenzar una rehabilitación mediante medicamentos antidepresivos. Sin embargo, intentó suicidarse en dos ocasiones, en 2018 y 2020.
Su madre, Marielle, describió el dolor de su hija al medio belga VRT: “Ese día (el de los atentados) la destrozó de verdad, nunca se sintió segura después de aquello. No quería ir a ningún sitio donde hubiera otras personas, por miedo. También tenía frecuentes ataques de pánico y nunca se libró de ellos”, precisó.
Shanti de Corte detalló sus experiencias después del atentado en las redes sociales y habló con franqueza sobre sus luchas de salud mental. “Tomo algunos medicamentos en el desayuno. Y hasta 11 antidepresivos al día. No podría vivir sin ellos. Con todos los medicamentos que tomo, me siento como un fantasma que ya no puede sentir nada. Quizá haya otras soluciones además de los medicamentos”, escribió.