Los demócratas se alistaban ayer para lanzar un segundo juicio de destitución contra Donald Trump, algo inédito en la historia de Estados Unidos; esta vez se busca incluir una consecuencia que afectaría sus planes: su inhabilitación para ocupar futuros cargos políticos.
Se planea desencadenar el juicio mañana para así acelerar un proceso que normalmente lleva semanas. No obstante, difícilmente podrían completarlo antes de que el presidente electo, el demócrata Joe Biden, asuma el día 20 de enero.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, iniciará la tramitación a menos que Trump renuncie o que el vicepresidente, Mike Pence, invoque la 25ª enmienda, por la cual el gabinete puede destituir al Presidente.
El borrador redactado por los demócratas pide su destitución y su "descalificación para ocupar y disfrutar de cualquier cargo de honor, confianza o beneficio bajo los Estados Unidos".
La bancada progresista confía en que ese punto les ayude a convencer a algunos republicanos en el Senado que se plantean presentarse a las elecciones presidenciales de 2024 y que ven a Trump como un posible rival en esa carrera, según el diario Politico.
La determinación de enjuiciarlo fue por el asalto al Capitolio perpetrado el miércoles por furiosos partidarios de Trump, que habían sido enardecidos por un discurso del Presidente poco antes. El ataque dejó cinco muertos; entre ellos un policía.
Las autoridades emitieron cargos contra 18 personas, entre ellas el hombre conocido como Jake Angeli, el que portaba un tocado de oso con cuernos de búfalo.