Un grupo de niños hizo su propia versión del momento en que Miguel Hidalgo y Costilla estaba a punto de ser fusilado.
“¡Perrea, Miguel, ¡perrea!” fue la frase que los asistentes corearon mientras el pequeño protagonista, caracterizado con el popular atuendo del cura Hidalgo, bailaba sin preocupación alguna frente a sus compañeros que representaban al pelotón de fusilamiento resguardados de la lluvia bajo un paraguas.
Las reacciones a la peculiar representación dramática fueron muy diversas, pues mientras algunas personas expresaron su molestia, hubo quienes consideraron la acción sumamente divertida y ocurrente, incluso al punto de crear memes al respecto.
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