Una madre estadounidense radicada en Texas fue sorprendida por un repartidor que apareció en la puerta de su casa con 31 hamburguesas de un conocido restaurante de comida rápida que había encargado su hijo.
Kelsey Golden pensó que era una equivocación del repartidor, hasta que miró a su hijo Barret, de 2 años, y recordó que había estado jugando con su teléfono.
Según contó Kelsey Golden, ella se encontraba realizando un trabajo en su ordenador y no se percató de que su hijo había hecho un pedido de comida.
Recordó que a su hijo le gusta tomarse fotos y jugar con aplicaciones.
El pedido todavía fue aún más gracioso: a nadie de la familia le gustan las hamburguesas con queso. Por ello ofrecieron en redes sociales las hamburguesas con queso gratis. El total de la entrega ascendió a 91,70 dólares.
Luego de viralizarse el suceso, la cadena de comida rápida donde fue realizado el pedido invitó a la familia a visitar el local. El menor travieso pudo disfrutar de la presencia de muñecos y recibió más de un regalo.