En México, es casi imposible no escuchar a alguien llamar "Firulais" a un perro, especialmente cuando no tiene nombre conocido o es un gesto cariñoso hacia un peludo desconocido.
Pero ¿alguna vez te has preguntado de dónde viene este peculiar apodo? Aunque su origen no es oficial, una teoría popular apunta a una curiosa relación con Estados Unidos.
Todo se remonta a la década de 1950, cuando las autoridades estadounidenses comenzaron a implementar revisiones para las mascotas de ciudadanos mexicanos que cruzaban la frontera. Una de las principales exigencias era que los perros estuvieran "free of lice" (libres de pulgas).
Esta frase en inglés, repetida constantemente, comenzó a deformarse entre los mexicanos, hasta convertirse en "Firulais", el apodo que conocemos hoy.
Este fenómeno no es único. México, con su ingenio lingüístico, ha adaptado muchas palabras extranjeras al español. Ejemplos clásicos son:
Así, "free of lice" se tropicalizó en "Firulais", convirtiéndose en el nombre perfecto para cualquier perro, especialmente los callejeros o aquellos sin nombre definido.
Para los millennials y sus padres, "Firulais" también trae recuerdos de la famosa caricatura Los Rugrats, donde el perro de la familia tenía este nombre en el doblaje al español. Aunque popularizó el término, la verdad es que el apodo ya era ampliamente usado en México mucho antes.
Detrás de este nombre hay una historia que conecta la cultura mexicana con el inglés, pero sobre todo, refleja el cariño incondicional que sentimos por nuestros amigos de cuatro patas.