En el mundo del internet, abundan los productos y dietas "milagro", que prometen bajar de peso casi de manera instantánea, pero, aunque muchas personas apuestan por los beneficios de sus efectos, no suelen ser del todo saludables para el organismo, causando cierto riesgo.
Ante esta premisa, una de las dudas más frecuentes es acerca de la dieta detox, que consiste en tener un régimen alimenticio que promete eliminar toxinas del organismo ¿qué tan saludable es?, aquí te contamos.
La dieta detox consiste en realizar ayunos prolongados, hasta alimentación basada en jugos y suplementos. La teoría sugiere que estos métodos pueden desintoxicar la sangre y potenciar la eliminación de toxinas a través de la orina, el sudor y las heces.
Recientemente, en un análisis de Healthline se determinó que la validez científica de estas afirmaciones es, en cierto caso, dudosa. La investigación en humanos sobre las dietas detox es escasa y los estudios disponibles presentan serias limitaciones. Lo cierto es que, aunque el concepto de "limpiar" el cuerpo suena atractivo, el cuerpo humano está equipado con un sistema propio y muy eficaz para esta tarea: el hígado y los riñones. Estos órganos filtran las sustancias nocivas de manera continua y competente.
Uno de los atractivos de las dietas detox es la percepción de bienestar que reportan algunas personas. Este sentimiento puede ser el resultado de eliminar alimentos procesados y bebidas alcohólicas de la dieta, más que de una eliminación real de toxinas. Además, este régimen puede conllevar un incremento en la ingesta de vitaminas y minerales previamente deficientes en la dieta de la persona.
Sin embargo, estas dietasno están exentas de riesgos, pues las restricciones calóricas severas pueden provocar fatiga, irritabilidad y mal aliento. En casos extremos, el ayuno prolongado podría desencadenar deficiencias nutricionales y desequilibrios electrolíticos, con consecuencias potencialmente graves.
Es más, las prácticas asociadas con algunos regímenes detox, como el uso de enemas o laxantes, pueden causar efectos secundarios como deshidratación, calambres y náuseas. También existe el riesgo de sobredosis debido a la falta de regulación en la industria de los suplementos detox, lo que podría llevar a consecuencias fatales si no se manejan con cuidado.
Al respecto, algunos estudios sostienen que la evidencia sobre la pérdida de peso asociada a las dietas detox también es problemática. Aunque algunos pueden experimentar una reducción rápida de peso, este efecto suele deberse más a la pérdida de líquidos y reservas de carbohidratos que a una disminución real de grasa corporal. Este peso a menudo se recupera rápidamente después de terminar la dieta.
Dado estos puntos, parece prudente abordar la idea de "detoxificar" el cuerpo con escepticismo. Las sustancias que realmente son difíciles de eliminar del organismo, como los metales pesados y algunos contaminantes orgánicos persistentes, requieren intervenciones mucho más especializadas que un simple cambio en la dieta. Antes de intentar un proceso de estos, lo más recomendable es acudir con un profesional de la nutrición para escuchar sus recomendaciones.