Poco después de la 1 de la madrugada ya de este martes, el ex fiscal general del Estado, Jorge Winckler Ortíz fue llevado del Juzgado de Juicios Orales al interior del reclusorio de Pacho Viejo, donde pasó sus primeras horas como interno de dicho centro de readaptación social.
Luego de una audiencia de poco más de dos horas de duración, le fue legalizado el control de detención, así como se llevó a cabo la imputación por parte de los fiscales que llevan su caso.
Tras ser liberada la boleta de ingreso al penal, la Policía Ministerial nuevamente montó un operativo para trasladar a escasos 50 metros del Juzgado a la puerta principal del reclusorio, donde Winckler Ortíz bajó esposado, y portando un chaleco antibalas debajo de una sudadera color rojo.
Ahí, frente a la puerta de ingreso al penal, esperó durante algunos minutos, en lo que se hacía el trámite, además de que se le midió la temperatura para descartar algún posible contagio de covid.
En todo momento estuvo custodiado por elementos de la Policía Ministerial, aquellos que apenas hace 3 años obedecían sus órdenes y le cuidaban la espalda.
Luego de alrededor de unos 10 minutos que tuvo que esperar, finalmente se abrió la puerta de la aduana para permitirle su ingreso, y ahí se realizaron los trámites para que el personal de custodia lo recibiera de parte de la Policía Ministerial.
En la aduana, se le quitaron las esposas y el chaleco antibalas que portaba, además que igualmente se le quitó la sudadera y se le colocó una camisa color naranja, color con el que se identifica a la población penitenciaria.
Por alrededor de 20 minutos se realizaron los trámites de ingreso, hasta que finalmente cruzó la aduana para ser dirigido al área de procesados.